Una ciudad de Quebec intenta dejar su nombre en el pasado

Este blog ha contado muchas historias sobre víctimas del amianto y de las enfermedades que provoca, pero una víctima está luchando por sobrevivir a otro tipo de enfermedad: los efectos de su nombre. Gran parte del amianto que ha causado enfermedades y muertes en Estados Unidos y en todo el mundo se extrajo en el sur de Quebec, y la ciudad situada en el centro de las operaciones mineras adoptó el nombre del mineral que parecía haber creado un flujo interminable de prosperidad. Ahora, la ciudad de Asbestos, en Quebec, intenta escapar de las consecuencias de su desafortunado nombre.

Los peligros de la exposición a productos que contienen amianto son ampliamente conocidos en el mundo industrial. Casi todo el mundo sabe hasta cierto punto que el amianto es una sustancia tóxica que provoca cáncer de pulmón, asbestosis y mesotelioma. La reputación del amianto como mineral se ha trasladado ahora al amianto como ciudad. Un residente, que había trabajado como geólogo en la mina de Amianto, relató historias de las muchas reacciones negativas que recibió mientras viajaba por Europa cuando reveló el nombre de su ciudad natal.

El amianto se extrajo por primera vez en el sur de Quebec en 1879, y el mineral pronto se vendió y utilizó en productos de amianto en todo el mundo. La mina cercana a su ciudad homónima se expandió muchas veces, masticando calles, casas, árboles y servicios públicos. Incluso el propio pueblo se vio obligado a trasladarse. La mina de amianto se cerró en 2011 y, desde entonces, los habitantes de la ciudad han intentado construir una nueva economía y un nuevo futuro. Canadá ha proporcionado ayuda económica a la ciudad y a sus habitantes, pero el futuro sigue siendo incierto.

La mina de amianto proporcionaba buenos ingresos a los mineros y otros empleados de la mina antes de que se conocieran ampliamente los peligros del mineral. Ahora, el pueblo se parece a las víctimas de su único producto: enfermos, posiblemente moribundos, con un futuro desconocido. A diferencia de la ciudad de Asbestos, las víctimas humanas del amianto tienen la oportunidad, con la ayuda de un abogado especializado en demandas por responsabilidad civil por productos de amianto, de recuperar los daños y perjuicios por gastos médicos, pérdida de ingresos y dolor y sufrimiento, pero sus vidas han quedado arruinadas por la exposición a este mineral tóxico.

Fuente: Toronto Star, "La ciudad quebequesa de Asbestos pasa página a un pasado rocoso." Allan Woods, 18 de diciembre de 2016.

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