En un juicio que puede tener implicaciones para las personas en North Carolina que sufren de exposición al amianto, una víctima de mesotelioma en Illinois hizo una grabación de vídeo de su testimonio de declaración. El vídeo se reprodujo para el jurado durante el juicio de su caso.
El demandante había servido como maquinista en la Marina durante ocho años. La mayor parte de su tiempo de servicio lo pasó en las salas de máquinas de los barcos en los que sirvió, y pasó gran parte de su tiempo reparando maquinaria. Gran parte del trabajo de reparación consistía en sustituir selladores que contenían amianto y raspar superficies en las que se habían pegado juntas que contenían amianto. Declaró que los manuales de reparación que debía seguir especificaban el uso de piezas de recambio que contenían amianto. Los manuales llevaban los nombres de varios fabricantes de productos de amianto.
Este caso demuestra una de las muchas maneras de personalizar el testimonio para el jurado. Aunque el testimonio de la familia y los médicos del demandante son indudablemente útiles, el mayor impacto se deriva de la aparición de la víctima. Aunque la víctima sólo aparezca en una grabación de vídeo, el jurado puede ver por sí mismo los estragos de la enfermedad, como la pérdida extrema de peso, la debilidad y el dolor, de un modo que no puede presentarse mediante el testimonio verbal.
Una imagen visual -especialmente una grabación de vídeo con sonido- tendrá un poderoso impacto en el jurado porque la mayoría de las personas están acostumbradas a absorber información de fuentes visuales. Una estrategia de juicio adecuada permitirá obtener el máximo efecto persuasivo de esas pruebas.
Fuente: Legal Newsline, "Los miembros del jurado escuchan el testimonio de la víctima de mesotelioma tardío en el juicio del condado de Madison", Heather Isringhausen Gvillo, 24 de febrero de 2014.