La mayoría de las personas en North Carolina son conscientes de que la relación causal entre la exposición al amianto y el cáncer de pulmón conocido como mesotelioma es un hecho médico demostrado desde hace mucho tiempo. Sin embargo, nadie podía decir si el riesgo de contraer mesotelioma disminuye o tal vez desaparece con el paso del tiempo. Ahora se ha dado respuesta a esta pregunta: Un reciente estudio médico ha demostrado que, una vez que una persona está expuesta a las fibras de amianto, el riesgo de contraer mesotelioma nunca disminuye ni desaparece.
En el estudio participaron ocho grupos de pacientes de países que iban desde Australia hasta Italia, y se analizó tanto la exposición profesional como la exposición pasiva al amianto. El autor principal del estudio afirmó que éste demuestra que, incluso después de transcurridos 45 años desde la última exposición, sigue existiendo riesgo de desarrollar la enfermedad.
Las fibras de amianto realizan su siniestro trabajo alojándose en el revestimiento protector de los pulmones. Las fibras irritan las células mesoteliales del revestimiento, iniciando así el proceso metabólico que puede conducir finalmente al desarrollo de la propia enfermedad. El proceso puede durar entre 20 y 40 años antes de que pueda diagnosticarse el mesotelioma. Según este estudio, el 44% de los casos de mesotelioma pleural y el 54% de los de mesotelioma peritoneal se diagnosticaron al menos 40 años después de la primera exposición.
El largo periodo de latencia del mesotelioma significa que las personas que estuvieron expuestas a fibras de amianto en las décadas de 1960 y 1970 pueden estar experimentando síntomas de la enfermedad por primera vez. Las personas que crean tener síntomas de mesotelioma deben consultar primero a un médico. Si se les diagnostica mesotelioma, deben ponerse en contacto con un abogado con experiencia en la tramitación de demandas por lesiones causadas por la exposición al amianto. El sistema jurídico estadounidense dispone de diversos medios para indemnizar a las personas que padecen mesotelioma, pero se necesita asistencia jurídica para recuperar la indemnización.