Millones de personas han enfermado a causa del amianto durante muchos años. Dado que su uso no se reguló hasta finales de los años ochenta, las personas que trabajaban en contacto con la fibra tóxica hasta ese momento solían estar desprotegidas y desconocían los riesgos de la exposición. Si bien las empresas hicieron poco por proteger a los trabajadores en aquella época, ahora algunas no escatiman en gastos a la hora de negar las reclamaciones de los trabajadores lesionados y de impugnar las causas contra los empresarios negligentes.
Cuando se trata de litigios sobre amiantoSin embargo, hay una serie de obstáculos que las víctimas pueden experimentar. Para empezar, las personas afectadas por el amianto solían estar expuestas en muchos lugares, año tras año. Las personas estuvieron expuestas y enfermaron antes de que existiera Internet y la documentación digital, lo que dificulta la obtención de historiales médicos y laborales precisos. Debido a esto, no es raro que una persona tenga agujeros en sus pruebas y errores en su documentación.
Esto no debe disuadir a nadie de exigir responsabilidades a una empresa negligente. Básicamente, hay dos formas de reclamar una indemnización. Pueden presentar una reclamación ante un fideicomiso o demandar a una empresa solvente. Muchas de estas empresas ya no existen después de haber sido desmoronadas por el peso de las demandas por amianto interpuestas contra ellas. En muchos casos, se crean fideicomisos cuando una empresa se declara en quiebra, pero el dinero de estos fideicomisos es cada vez menor. Aunque puede ser un poco más fácil obtener una compensación económica de un fideicomiso porque hay menos requisitos de prueba, los pagos suelen ser menores.
En los casos en que una persona demanda a una empresa que no está en quiebra, se le puede conceder una cantidad mucho mayor en los tribunales. Sin embargo, estos casos judiciales pueden ser más difíciles porque una persona puede ser interrogada y las pruebas suelen examinarse con lupa.
Independientemente del camino que siga una víctima a la hora de reclamar una indemnización a una empresa negligente, es importante recordar que la víctima tiene derecho a hacerlo. Muchas partes harán acusaciones de fraude cuando se trata de reclamaciones por amianto, pero la realidad es que puede ser un proceso complicado. Los errores no son prueba de fraude y la mayoría de los casos de enfermedades relacionadas con el amianto son muy complejos. Por lo tanto, puede ser crucial para las víctimas trabajar con un abogado que entienda este proceso y pueda ayudar a una persona a asegurar la compensación que merece.
Fuente: The Wall Street Journal, "Aumentan las reclamaciones por amianto y también la preocupación por el fraude," Dionne Searcey y Rob Barry, 11 de marzo de 2013.