Cáncer de hígado asociado al uso de Zantac

El hígado es un órgano asombroso. No sólo trabaja horas extras para mantener el cuerpo libre de toxinas y desechos, sino que también está diseñado para curarse y repararse a sí mismo. Tan importante es el hígado para el organismo que, si se dañara o enfermara, nuestra vida correría peligro. Por ello, es probable que controles la cantidad de alcohol que consumes y evites cualquier comportamiento de riesgo que pueda causarte daños.

A pesar de su precaución, si ha tomado Zantac u otros medicamentos con ranitidinapuede haber dañado su hígado sin saberlo. De hecho, en algunos casos, a los pacientes que han tomado estos fármacos se les ha diagnosticado cáncer de hígado. Recibir un diagnóstico así puede ser un shock, y querrá saber qué puede esperar y dónde puede acudir.

No ignore estas señales

La mayoría de la gente asocia el cáncer de hígado a una vida de consumo excesivo de alcohol o de exposición a la hepatitis B. Cada vez más personas se dan cuenta de que el daño hepático puede estar relacionado con la prescripción de Zantac, que tomaron para la acidez crónica o el reflujo ácido. Si usted también utilizó Zantac u otro medicamento que contenga ranitidina, podría preocuparse si experimenta alguno de los siguientes síntomas:

  • Picor excesivo en todo el cuerpo
  • Disminución del apetito
  • Pérdida de peso sin dietas
  • Tono amarillo en la piel y en el blanco de los ojos.
  • Hinchazón en las piernas
  • Fiebre
  • Náuseas o vómitos
  • Fatiga y debilidad
  • Hinchazón, sensibilidad o dolor en la zona abdominal superior derecha, debajo de la caja torácica derecha y cerca del omóplato derecho.

De hecho, a medida que el cáncer de hígado avanza, el dolor puede ser bastante intenso y difícil de controlar.

Tras un diagnóstico

Si experimenta síntomas que le preocupan, debe acudir al médico. Aunque estos síntomas pueden indicar cualquier tipo de dolencia, un diagnóstico de cáncer puede ser devastador, por lo que debe estar preparado para hacer muchas preguntas a su médico. Querrá saber a qué pruebas se someterá para confirmar el diagnóstico y la evolución, o estadio, de la enfermedad. También querrá saber todo lo posible sobre los tratamientos disponibles. Estos pueden incluir una combinación de cirugía, radioterapia, inmunoterapia, quimioterapia y otros.

Lo más importante es mantener una actitud positiva. Esto puede resultar difícil si se siente frustrado por la injusticia de su diagnóstico. La enfermedad hepática provocada por un medicamento de prescripción aprobado es ciertamente injusta, y puede incluso plantearse buscar información sobre cómo puede ocurrir algo así.

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