Trabajos que pueden aumentar el riesgo de exposición al amianto

Todos los trabajos entrañan algún riesgo para la seguridad y la salud de las personas. Por supuesto, algunas ocupaciones son más peligrosas que otras.

Por ejemplo, si trabaja en determinados oficios, podría correr el riesgo de desarrollar enfermedades graves tras exponerse a sustancias tóxicas como el amianto.

Profesiones con mayor riesgo de exposición

La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) señala que se puede encontrar amianto en una amplia gama de entornos y productos. Las partes solían utilizar amianto porque es barato, fuerte y resistente al fuego y al agua.

Debido a estas propiedades, el amianto puede estar presente en materiales de construcción, piezas de automóviles, agua y algunos tejidos. Por lo tanto, una persona podría correr un mayor riesgo de entrar en contacto con el amianto si trabaja en:

  • Construcción
  • Demolición
  • Restauración o reparación de automóviles
  • Fontanería
  • Fabricación
  • Pintura
  • Tejados

Si usted o uno de sus seres queridos trabaja en estos sectores, es fundamental que conozca los riesgos de la exposición al amianto y tome precauciones para protegerse.

Seguridad en el trabajo

Cuando estés en el trabajo, puedes protegerte:

  • Llevar equipo de protección
  • Evitar cualquier material que pueda contener amianto
  • Seguir los protocolos para retirar o cubrir el amianto correctamente
  • Informar de cualquier situación insegura a su empresa o a la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo.

El empresario debe alertar a los trabajadores de la presencia de amianto y aplicar medidas de protección para mantenerlos a salvo. Sin embargo, esto no siempre ocurre, y las personas pueden sufrir las devastadoras consecuencias de la exposición tóxica.

Conozca sus opciones legales

Si está enfermo o ha perdido a un ser querido debido a una enfermedades relacionadas con el amianto como el cáncer de pulmón o el mesotelioma, podría estar luchando con enormes facturas médicas, salarios perdidos y angustia emocional. Aunque el dinero no puede reparar estos y otros daños, sí puede compensar a las víctimas por estas pérdidas económicas y no económicas.

Por lo tanto, las personas que han enfermado después de haber estado expuestas al amianto en el trabajo deberían considerar sus opciones legales. Entre las posibles soluciones se encuentran las indemnizaciones por accidentes laborales o una demanda por daños personales.

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