Mucha gente que trabaja en la construcción entiende que existen ciertos riesgos a los que pueden enfrentarse en el trabajo que no corren las personas de otros sectores. Pueden trabajar en entornos incómodos o con equipos potentes y peligrosos. Sin embargo, con la formación y el equipo de protección adecuados, los trabajadores deberían ser capaces de mantenerse a salvo en el trabajo. Por desgracia, demasiados empresarios no toman precauciones para mantener a salvo a los trabajadores en un intento de recortar gastos. Esto puede ser especialmente cierto para las personas que trabajan con amianto.
Cuando el amianto es inhalado por las personas, puede ser desastroso para su salud. La exposición al amianto puede causar mesotelioma, asbestosis y otras enfermedades potencialmente mortales. A pesar de los peligros asociados a este material tóxico, su uso era muy común en diversos materiales de construcción que aún existen hoy en día. Es posible que los trabajadores que realizan reparaciones o mantenimiento en estructuras que contienen amianto ni siquiera se den cuenta de que están en peligro si un empleador negligente no les advierte del amianto ni les proporciona la protección adecuada.
Recientemente, por ejemplo, se impuso una multa a un propietario y se clausuró un proyecto de construcción tras descubrirse que los trabajadores de la obra estaban expuestos al amianto. Durante un proyecto para convertir un edificio en espacio comercial y residencial, los trabajadores estaban retirando aislamiento de tuberías, baldosas y otros materiales del edificio. Muchos de estos materiales contenían amianto. Los trabajadores sólo llevaban máscaras de papel fino para protegerse, lo que significa que muy probablemente estaban respirando el amianto. No mojaban los materiales para evitar que el amianto se dispersara por el aire, lo que hace aún más probable que se vieran afectados por el amianto.
Aunque el proyecto se detuvo, es posible que se haya actuado demasiado tarde. La exposición al amianto puede ser mortal, pero lamentablemente la mayoría de las personas a las que se diagnostica una enfermedad relacionada con el amianto no empiezan a mostrar síntomas hasta décadas después de la exposición. Los trabajadores que se han visto afectados por el amianto en el trabajo pueden optar a prestaciones de compensación laboral para hacer frente a las pruebas médicas y los tratamientos a los que tengan que someterse. A muchas personas que se encuentran en esta situación les resulta útil trabajar con un abogado que entienda los problemas específicos a los que se enfrentan las víctimas de la exposición al amianto.
Fuente: DNAinfo, "Demandan a un promotor inmobiliario de la zona alta por "negligencia" en la retirada de amianto de Somerset Place," Adeshina Emmanuel, 18 de abril de 2013.