Hay muchos empresarios y propietarios que hacen todo lo posible por reducir costes. Pueden trabajar con materiales de calidad inferior o no tomar las medidas adecuadas para mejorar las condiciones de trabajo o de vida a fin de mantener la seguridad de las personas. A menudo, estas partes toman estas decisiones por los beneficios que pueden obtener a corto plazo; sin embargo, las consecuencias a largo plazo de estas elecciones pueden ser devastadoras.
Recientemente, el propietario de una empresa de demolición en South Carolina tomó la imprudente decisión de deshacerse de materiales de construcción sin tomar las precauciones adecuadas para proteger a las personas de los escombros que contenían amianto. Según los informes, desde 2011, la empresa ha estado involucrada en la eliminación inadecuada de residuos de amianto y el propietario de la empresa está echando la culpa a los propietarios y a las inspecciones defectuosas. Sin embargo, el historial de violaciones de amianto del propietario sugiere que simplemente se niega a asumir la responsabilidad de sus acciones.
Desde que el propietario de la empresa de demolición fue citado originalmente por eliminación inadecuada de amianto en 2011, ha tomado más medidas para desviar la culpa que para corregir sus errores.
Cuando fue citado por deshacerse indebidamente de amianto y escombros de construcción tras la demolición de un hotel, culpó a los inspectores de edificios y a los propietarios que contratan inspectores. Afirmó que sólo puede basarse en lo que ellos dicen en cuanto a la identificación de materiales peligrosos. También dice que sospecha que los materiales de amianto encontrados en los montones de escombros junto al hotel proceden de distintos proyectos. Dice que no es culpa suya.
El propietario de la empresa tampoco ha limpiado un terreno baldío que contenía residuos peligrosos y amianto, a pesar de que se le han dado numerosas oportunidades para hacerlo. En este caso, culpó a un inspector no identificado que una vez le dijo que podía mantener los materiales en el lugar durante un mes. Sin embargo, ha pasado mucho más de un mes, y los escombros siguen en el lugar. Y ello a pesar de las enormes multas, órdenes de consentimiento y prórrogas concedidas al hombre.
Las amenazas de multas o citaciones por infracciones en el lugar de trabajo no siempre son suficientes para incitar a los empresarios negligentes a hacer lo correcto. Esto puede ser especialmente cierto cuando se trata de la retirada de amianto. Sin embargo, las víctimas que han sufrido daños como resultado de esta negligencia pueden emprender sus propias acciones legales para responsabilizar a esa parte. No sólo podría haber enormes sanciones económicas, sino que también podría obligar a una empresa imprudente a reconocer legalmente sus comportamientos.
Fuente: Myrtle Beach Online, "El vertido ilegal de amianto crea quebraderos de cabeza a los reguladores medioambientales", David Wren, 26 de abril de 2014.