Cada año se diagnostica mesotelioma a miles de personas. El periodo de latencia del mesotelioma es especialmente largo. Por consiguiente, dispone de décadas para establecerse en el organismo antes del diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.
Especialmente para las personas con ocupaciones de alto riesgo debido a la exposición al amianto, es fundamental conocer los factores de riesgo y los síntomas asociados al mesotelioma. Cuanto antes pueda detectarse, más opciones de tratamiento estarán disponibles y, por tanto, mayores serán las probabilidades de supervivencia.
Detectar el mesotelioma en sus inicios es difícil porque el síntomas - como dolor torácico o abdominal- son tan leves que pueden confundirse con dolores normales u otras formas de cáncer menos graves. Algunos síntomas que pueden aparecer en las primeras fases son dificultad para respirar, complicaciones respiratorias, tos y debilidad muscular.
Una vez que el mesotelioma ha alcanzado el estadio tres o cuatro, las probabilidades de supervivencia disminuyen considerablemente, porque para entonces el cáncer suele haberse extendido a otros órganos. Algunos síntomas de la última fase son aumento del dolor, pérdida de apetito, anemia, dificultad para tragar y obstrucción intestinal.
Debido a su naturaleza escurridiza y a su tendencia a los diagnósticos erróneos, es importante informar al médico de cualquier posible exposición al amianto. Aunque todo el mundo está expuesto a pequeñas cantidades de amianto a lo largo de su vida, las personas que desarrollan mesotelioma suelen tener una exposición directa y regular al amianto. Algunas ocupaciones habituales con este tipo de exposición peligrosa son los trabajadores de la construcción, los fabricantes textiles, los constructores navales y, por supuesto, los mineros del amianto.
Más información en factores de riesgo incluyen una enfermedad pulmonar preexistente -que puede exacerbar el mesotelioma- y el tabaquismo. Los fumadores expuestos al amianto tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón que los no fumadores expuestos al amianto.
Es importante conocer los factores de riesgo de desarrollar una enfermedad relacionada con el amianto y vigilar periódicamente cualquier síntomas del mesotelioma. En caso de que el mesotelioma se haya contraído debido a la exposición al amianto en el lugar de trabajo, una demanda puede ayudar a obtener la indemnización necesaria para cubrir el coste de los gastos médicos, el dolor y el sufrimiento y los salarios perdidos.