Puede que a los residentes de North Carolina les interese saber que la renovación del Palacio de Justicia del Condado de Davidson, de 156 años de antigüedad, en Lexington, North Carolina, pone de relieve una vez más el peligro constante que supone la presencia de productos que contienen amianto en edificios antiguos. El peligro es especialmente grave en estados como el North Carolina, donde muchos edificios industriales abandonados u obsoletos están siendo examinados para su posible renovación y reutilización.
Como parte de una renovación general del Palacio de Justicia, se retiraron partes dañadas o deterioradas del estuco. El examen del estuco mostró que contenía fibras de amianto, y ese descubrimiento significó que era necesario retirar y sustituir todo el estuco original. Cuando el estuco viejo se agrieta o se desprende de la pared, las fibras de amianto se liberan al aire.
Muchas ciudades de North Carolina tienen edificios similares en los que se utilizaron productos que contienen amianto en la construcción original y en reparaciones a lo largo de los años. Estos edificios no pueden utilizarse o remodelarse con seguridad hasta que se haya eliminado todo el amianto.
El peligro para la salud que supone la exposición a productos de amianto en edificios antiguos no es pequeño. La inhalación de incluso una pequeña cantidad de fibras de amianto puede provocar mesotelioma, asbestosis y otras enfermedades relacionadas con el amianto. Muchas de las personas que trabajaron en esos edificios se enfrentan a la exposición a fibras que contienen amianto, y se sabe que estas personas, especialmente las que trabajaron en la construcción o renovación de los edificios, tienen un alto riesgo de desarrollar asbestosis o mesotelioma. Mientras que no hay informes de ninguna enfermedad atribuida al Palacio de Justicia del Condado de Davidson, los peligros del asbesto todavia estan bien documentados.
Afortunadamente, las personas que han enfermado a causa del amianto tienen opciones legales. Pueden presentar una demanda para obtener una indemnización por los gastos médicos, el dolor y el sufrimiento y otros daños derivados de su enfermedad. Hacerlo podría ayudar mucho a las personas enfermas por el amianto a seguir adelante con sus vidas.