Se sabe desde hace mucho tiempo que el amianto provoca enfermedades devastadoras, pero el producto no se ha prohibido completamente en los EE.UU. Esto significa que, a pesar de las leyes y protecciones vigentes para mantener a la gente a salvo del amianto, sigue existiendo la posibilidad de que las personas estén expuestas a este material inseguro en el trabajo o en casa.
Si usted o un ser querido ha estado potencialmente expuesto al amianto, deberá tomar medidas para comprender mejor sus opciones de pruebas, tratamiento y acciones legales.
Una de las cosas más importantes que hay que hacer después de entrar en contacto con el amianto es actuar con rapidez. Inmediatamente, querrá evaluar la cantidad de amianto a la que puede haber estado expuesto. Si la exposición fue muy breve o sólo se trataba de una cantidad muy pequeña de amianto, su riesgo de desarrollar una enfermedad grave probablemente sea pequeño. Pero si la exposición ha sido prolongada o ha implicado altas concentraciones de amianto, su salud podría estar en peligro.
Tras determinar el alcance de su posible exposición, puede ser crucial buscar atención médica. Hable con su médico sobre los detalles de su exposición. Él o ella puede sugerirle diferentes pruebas y medidas preventivas que pueden disminuir o retrasar los efectos del amianto. La detección precoz de las enfermedades relacionadas con el amianto puede ser crucial para garantizar un tratamiento eficaz.
Una vez que conozca mejor sus necesidades sanitarias, podrá centrarse en sus derechos. Asegúrese de documentar el origen y el momento de la exposición, así como los gastos médicos derivados de la misma. Hacerlo puede ser muy beneficioso en caso de que desee emprender acciones legales.
Las víctimas de la exposición al amianto pueden trabajar con un abogado para presentar una demanda antes, en lugar de esperar décadas a que se les diagnostique una enfermedad y sufran un deterioro de su salud. Las reclamaciones legales pueden tardar años en resolverse, pero pueden dar lugar a daños financieros que pueden cubrir el coste de la atención y el tratamiento en que ha incurrido desde la exposición, y proporcionar beneficios para futuras necesidades de atención.
Fuente: Cancer.org, "Amianto," consultado el 10 de noviembre de 2014