Qué buscamos al investigar la exposición al amianto

Hoy en día, la mayoría de los propietarios de viviendas y empresarios son muy conscientes de que el amianto es peligroso y debe tratarse en cuanto se descubre. Quienes no lo hagan pueden acabar poniendo en peligro la vida de las personas y enfrentarse a graves repercusiones. Ahora, con Internet y las noticias al alcance de la mano, puede ser más fácil que nunca presentar una denuncia y leer sobre empresas o partes que fueron negligentes con las prácticas relacionadas con el amianto.

Sin embargo, hay algunos aspectos de los litigios por amianto que siguen siendo muy complejos. Uno de los obstáculos más frustrantes con los que se puede encontrar la gente es localizar la fuente de su exposición al amianto. Esto se debe a que los miles de personas que han sido o serán diagnosticadas con enfermedades como el mesotelioma este año probablemente estuvieron expuestas al amianto hace décadas.

El lapso de tiempo transcurrido entre la exposición y el diagnóstico puede plantear una situación muy delicada para las víctimas que desean responsabilizar a una parte negligente de su enfermedad y de los daños sufridos. Sin embargo, como señalamos en este artículoSin embargo, hay pistas importantes que podemos utilizar para empezar a buscar dónde y cuándo puede haber estado expuesto.

Por ejemplo, una investigación puede consistir en rastrear el historial de una persona y buscar señales de alarma comunes. Algunas de las preguntas que suelen hacerse son:

  • ¿Vivía cerca de una mina de amianto o en una zona donde se han registrado niveles elevados de amianto?
  • ¿Trabajó en determinados puestos que históricamente han provocado que otras personas desarrollen enfermedades relacionadas con el amianto?
  • ¿Ha utilizado alguna vez productos que ahora se sabe que contenían amianto?
  • ¿Le han diagnosticado a algún familiar una enfermedad relacionada con el amianto?

Puede resultar enormemente difícil encontrar respuestas a estas preguntas por uno mismo. Afortunadamente, en la actualidad existen varios organismos que regulan el uso del amianto y garantizan su correcta manipulación. Estos organismos, entre los que se incluye el Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidosdisponen de gran cantidad de recursos y estadísticas que pueden ayudar a otros a averiguar las posibles fuentes de exposición.

Sin embargo, vadear a través de toda la información disponible y tratar de determinar lo que es y no es relevante puede parecer imposible. Si necesita ayuda para encontrar respuestas que le ayuden a tomar decisiones sobre su futuro, puede hablar de su caso con un abogado que entienda los retos específicos de los litigios por amianto y cómo ayudarle a encontrar la solución que se merece.

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