Estar expuesto al amianto puede dar mucho miedo, ya que muchas personas son conscientes de las graves enfermedades que puede provocar la inhalación de amianto. Por desgracia, la gran mayoría de las personas que acaban desarrollando una enfermedad relacionada con el amianto no lo sabrán hasta décadas después de la exposición, cuando empiecen a mostrar síntomas. Para entonces, puede ser demasiado tarde para que el tratamiento sea eficaz.
Investigadores de todo el mundo intentan encontrar mejores formas de identificar, diagnosticar y tratar las enfermedades derivadas de la exposición al amianto. Esto se debe en gran medida al hecho de que hay tantas personas que sufren mesotelioma y otras enfermedades causadas por el amianto. Cada avance en esta investigación puede resultar beneficioso para las víctimas, por lo que puede ser útil mantenerse al día sobre los estudios del mesotelioma.
Por ejemplo, investigadores de Tokio llevan unos cinco años realizando pruebas a 40.000 personas que han estado expuestas al amianto. Cada año, los investigadores extraen sangre de los sujetos y analizan la muestra para identificar factores que puedan ser signos precoces de mesotelioma.
Informes recientes sugieren que han podido encontrar una proteína que liberan las células cancerosas y que puede ser un indicador de que una persona padece ciertos tipos de mesotelioma. La proteína se denomina N-ERC/mesotelina y puede detectarse antes de que una persona empiece a mostrar síntomas de mesotelioma. Hasta el momento, los investigadores han identificado a 62 personas en su estudio que probablemente corran el mayor riesgo de desarrollar mesotelioma, ya que todas ellas presentan niveles de N-ERC/mesotelina similares a los de las personas con mesotelioma.
De hecho, a dos de los participantes en el estudio se les ha diagnosticado mesotelioma y los investigadores seguirán controlando a los demás que tengan niveles similares de N-ERC/mesotelina en un intento de detectar el mesotelioma lo antes posible.
Por muy prometedora que sea esta investigación, la realidad es que la mayoría de las personas que han estado expuestas al amianto no están incluidas en este tipo de estudios. Se les deja que busquen pruebas y opciones de tratamiento por su cuenta. Sin embargo, existen muchos recursos para ayudar a las personas en North Carolina que han estado expuestas al amianto. Hablar con un abogado puede ser una buena forma de identificar y acceder a recursos de detección y tratamiento.
Fuente: Sobrevivir al mesotelioma, 28 de marzo de 2014