Aparentemente, la muerte de un trabajador de astilleros de 80 años se debió a una neumonía. En realidad, la muerte del hombre se debió a su exposición al amianto.
Después de que el hombre muriera en septiembre, su esposa consultó a un forense para confirmar que tanto la asbestosis como un corazón agrandado hicieron que no pudiera recuperarse completamente de una neumonía, lo que finalmente le llevó a su muerte por negligencia. La asbestosis es una enfermedad crónica en la que los pulmones desarrollan un exceso de tejido y se hinchan. La exposición al amianto suele causar mesotelioma y otras enfermedades pulmonares como la asbestosis. El hombre estuvo expuesto a la peligrosa sustancia mientras trabajaba en los astilleros.
La esposa del hombre dijo que cree que podría haberse librado de la neumonía si su salud no se hubiera visto afectada por la asbestosis. También abogó por que se diera más publicidad a los peligros de la exposición al amianto, sobre todo a los que se enfrentan a diario los residentes de su localidad.
Aunque el agrandamiento del corazón del hombre y el caso de asbestosis no estaban relacionados, el forense que lo examinó dijo que tanto la dolencia natural como la provocada por la exposición al amianto colaboraron en el fallecimiento del hombre. Sin el amianto, podría haber sobrevivido.
Muchas veces es difícil descifrar qué enfermedades o dolencias son provocadas por la exposición al amianto y cuáles se producen de forma natural. Además, la aparición de enfermedades causadas por el amianto puede tardar al menos 10 años en manifestarse. Por ello, un examen minucioso y los conocimientos de los profesionales son vitales si una víctima desea emprender acciones legales.
Fuente: North West Evening Mail, "La muerte de un trabajador del astillero está relacionada con la asbestosis", 10 de diciembre de 2011.