Los memorandos demuestran que Johnson & Johnson conocía los problemas del amianto

Johnson & Johnson, la empresa monolítica de salud y belleza, ha negado durante mucho tiempo la posibilidad de contaminación por amianto en sus productos de talco. Comercializado como talco para bebés, este popular producto de Johnson & Johnson se vendió durante años a las madres, así como a los adultos que querían refrescar sus genitales y evitar la humedad en su ropa interior.

El talco es un mineral natural, y sus depósitos en la tierra suelen estar bastante cerca de los depósitos de amianto. Empresas como Johnson & Johnson deberían tener normas estrictas de pureza y pruebas para evitar una posible contaminación que podría poner en peligro o incluso matar a los consumidores. Lamentablemente, muchas empresas hacen recortes en áreas que afectan directamente a la seguridad de los consumidores y tratan de evitar las consecuencias.

La revelación de que Johnson & Johnson conocía desde hace décadas la contaminación por amianto de sus polvos para bebés es aterradora y perturbadora. Demuestra que la empresa prioriza claramente los beneficios sobre la seguridad de sus clientes. También allana el camino para más demandas exitosas contra la empresa, a medida que más personas con mesotelioma y cánceres reproductivos se presenten para responsabilizar a la empresa.

Los memorandos reconocen la contaminación desde los años 70

A partir de 1971 y hasta principios de la década de los ochenta, el personal de Johnson & Johnson, incluidos los ejecutivos, la dirección de las minas de minerales, los médicos e incluso los abogados, conocían la contaminación de los productos de talco fabricados por Johnson & Johnson. Aunque no era frecuente, las pruebas internas revelaban ocasionalmente contaminación por amianto en sus productos.

En lugar de actuar en función de los resultados de las pruebas, la empresa simplemente no hizo nada. No etiquetó sus productos como potencialmente peligrosos. No cerraron las minas donde se extraían los minerales contaminados. No retiraron los productos de las estanterías tras el fracaso de las pruebas.

Se limitaron a seguir con sus negocios como de costumbre, asumiendo que nunca tendrían que afrontar las consecuencias del peligro que crearon para el público. Incluso ahora, cuando personas con cáncer probablemente relacionado con el amianto presentan demandas contra la empresa, ésta sigue insistiendo en que sus productos son seguros para el uso diario.

Los afectados por los polvos de talco tienen derechos legales

El amianto es un carcinógeno especialmente peligroso. Las personas que se lo aplican en forma de polvo corren el riesgo tanto de inhalar partículas de amianto como de que su cuerpo las absorba a través de los genitales y la piel. En otras palabras, el talco para bebés contaminado podría causar tanto mesotelioma, que es un cáncer del revestimiento de los órganos, como cánceres reproductivos en adultos por lo demás sanos.

Aunque puede ser difícil de demostrar, es posible vincular determinados tipos de cáncer a la exposición al amianto. Si ni usted ni su cónyuge estuvieron expuestos al amianto durante su carrera profesional y utilizan polvos de talco con regularidad, es posible que tenga motivos para interponer una demanda. Explorar sus circunstancias médicas con un abogado experto que entienda estos casos complejos puede ser un paso inteligente.

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