Si ha estado expuesto al amianto, es poco probable que empiece a desarrollar síntomas preocupantes de la exposición de inmediato. Por desgracia, los síntomas pueden tardar décadas en aparecer. Durante ese tiempo, las fibras de amianto pueden ser indetectables, pero siguen constituyendo una grave amenaza para la salud.
Para cuando empiezan a aparecer los síntomas, enfermedades como el mesotelioma y la asbestosis pueden estar ya bastante avanzadas. Por ello, será fundamental que las personas expuestas al amianto hablen de su exposición con su médico, que podrá realizar determinadas pruebas de forma más regular y preventiva para diagnosticar la enfermedad lo antes posible.
Según la Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU.Las víctimas de la exposición al amianto suelen someterse a exámenes físicos para detectar cualquier signo de problemas pulmonares. Un médico le auscultará la respiración, le dará golpecitos en el pecho y escuchará si hay sonidos molestos, como crepitaciones o matidez, que podrían indicar que se ha acumulado líquido en los pulmones. El médico también puede comprobar si se le hinchan las piernas o se le ensanchan las puntas de los dedos, que pueden ser signos de un problema pulmonar.
Si un examen físico revela algunos síntomas preocupantes, podrían hacerle una radiografía de tórax. Una radiografía no puede detectar fibras de amianto, pero puede revelar signos de asbestosis o placa pleural que podrían ser un signo de mesotelioma.
Dependiendo de los resultados de la radiografía, es posible que tenga que someterse a pruebas adicionales para obtener información más precisa sobre su enfermedad. Los médicos pueden solicitar un TAC torácico, pruebas de la función pulmonar o biopsias para confirmar el diagnóstico.
Sólo podrá someterse a la fase de exploración física durante muchos años si no hay signos de daño pulmonar. Las pruebas complementarias solo pueden solicitarse si se necesita más información.
Lo que esperamos que los lectores se lleven de este artículo es que no es necesario esperar décadas para que un médico compruebe los posibles daños causados por el amianto. Se puede empezar a vigilar la salud pulmonar a tiempo para intentar detectar cualquier problema lo antes posible. Si le preocupan los costes añadidos de atención médica por exposición al amiantopuede hablar con un abogado que le ayude a identificar las opciones legales para obtener una indemnización que le ayude a cubrir estos y otros gastos.