En el día a día, es posible que el riesgo de entrar en contacto con el amianto ni siquiera aparezca en el radar de una persona. Siendo realistas, muchas personas nunca tendrán que preocuparse por el amianto ni por las devastadoras consecuencias de la exposición a sustancias tóxicas. Sin embargo, hay muchas personas que sí se preocupan por el amianto debido al lugar donde viven o trabajan.
Tanto si piensa en los riesgos como si no, debe comprender el hecho de que el amianto sigue encontrándose en productos y lugares que la gente utiliza o con los que entra en contacto de forma habitual. Saber dónde puede entrar en contacto con estos productos puede ser una forma eficaz de mantenerse a salvo.
Los dos lugares más comunes de exposición al amianto son el trabajo y el hogar.
Si trabaja o ha trabajado en ocupaciones como la construcción, la fontanería, la fabricación, el transporte o ha servido en el ejército, su riesgo de exposición puede ser mucho mayor que el de una persona que trabaja en un lugar como un edificio de oficinas. Esto se debe a que miles de productos comerciales e industriales contienen amianto.
Su casa también puede suponer un riesgo de exposición al amianto. Los productos que contienen amianto se utilizaron ampliamente en los hogares hasta aproximadamente la década de 1970, por lo que, dependiendo de cuándo se construyó su casa, puede contener amianto en baldosas, tuberías y/o aislamiento. Si estos materiales se alteran o empiezan a desmoronarse, las fibras de amianto se liberan al aire, donde pueden respirarse fácilmente.
En algunos casos, la exposición se produce cuando estos dos entornos chocan. La familia de alguien que trabaja en una planta puede verse expuesta al amianto cuando el trabajador llega a casa y deja rastro de las fibras en su ropa, cuerpo o zapatos. Aunque no exista una amenaza directa de exposición en un hogar, éste puede convertirse en un entorno peligroso cuando se introduce amianto desde el exterior.
Aunque en la actualidad existen normas estrictas para minimizar o evitar los riesgos de exposición, no siempre fue así. El amianto se utilizaba en una amplia gama de entornos que aún existen hoy en día. Esperemos que entender dónde se encuentran a menudo estos materiales ayude a las personas a tomar decisiones más seguras cuando se encuentren en un lugar donde pueda haber amianto.