El amianto es una sustancia extremadamente tóxica, cuya exposición puede causar una serie de enfermedades y lesiones potencialmente mortales y destructoras de la salud. En North Carolina, y en otros lugares, esto puede dar lugar a importantes responsabilidad de las instalaciones. Cuando los propietarios descubren la presencia de amianto en los edificios, especialmente en los que se están derribando o remodelando, a menudo se enfrentan a un dilema: el coste relativamente elevado de eliminar adecuadamente el amianto de forma que sea legal y minimice el riesgo de exposición tanto para el personal de obra como para la comunidad circundante.
Como ejemplo de este problema, se descubrió que una planta Packard de tres millones de pies cuadrados que se encuentra ahora en proceso de demolición contenía cantidades significativas de amianto, así como otros materiales peligrosos. Resultó difícil aislar las fibras tóxicas, ya que la desgastada estructura también se había convertido en un vertedero de escombros y desechos diversos.
Una estimación del coste de derribar la estructura ascendía a $10 millones, a lo que hay que añadir $10 millones en costes de limpieza medioambiental. En demasiados casos, los propietarios que se enfrentan a situaciones como esta pueden intentar saltarse las normas o tomar atajos peligrosos a la hora de eliminar la fibra tóxica, tratando de ahorrar tiempo y dinero.
Esto, sin embargo, es miope e irresponsable, ya que, a la larga, el coste real no son simplemente dólares y céntimos, sino la salud y las vidas humanas. El amianto debe contenerse y retirarse adecuadamente, y los expertos en retirada certificados deben tomar todas las precauciones de seguridad necesarias. Se trata simplemente de un coste necesario para gestionar adecuadamente una propiedad que tiene el potencial de causar muertes y lesiones horrendas. Hacer lo contrario es endosar la carga económica del problema a la comunidad circundante y hacer que personas inocentes paguen con sus propias vidas la negligencia del propietario.
Fuente: Detroit Free Press, "El amianto y el hormigón armado encarecerían y alargarían la demolición de la planta PackardJennifer Dixon, 2 de diciembre de 2012