Los primeros intervinientes en el 11-S sufren graves problemas de salud

Hace más de diez años, decenas de miles de hombres y mujeres corrieron al derruido World Trade Center para encontrar víctimas y empezar a limpiar los daños. Día tras día, estos socorristas trabajaron sin descanso para limpiar el lugar. Lamentablemente, este trabajo diario en las torres derrumbadas significaba que todos los hombres y mujeres respiraban 2.000 toneladas de amianto al día. Ahora, los estudios demuestran que muchos de ellos están en las primeras etapas de cáncer y otros enfermedades relacionadas con el amianto.

Los investigadores han seguido el pronóstico médico de unas 30.000 personas que participaron en la respuesta temprana y la limpieza. De los que estudiaron, el 40% mostraba signos precoces de cáncer de esófago. El 40% también tiene problemas de sinusitis y el 30% desarrolló problemas de asma.

Sin embargo, a investigadores, víctimas y residentes cercanos también les preocupa que muchas personas desarrollen mesotelioma. Cuando se derrumbaron las torres, se liberaron al aire miles de toneladas de amianto. Los trabajadores y residentes respiraron este polvo todos los días durante meses.

Los síntomas del mesotelioma no suelen aparecer hasta al menos 10 años después de la exposición. En algunos casos, una persona puede tardar hasta 50 años en mostrar signos de la mortal enfermedad. Por este motivo, los investigadores vigilan de cerca a los primeros afectados. Buscan signos de alerta precoz, ya que acabamos de superar la barrera de los 10 años. Quienes padecen mesotelioma pueden empezar a mostrar síntomas pronto.

Además del mesotelioma y otros cánceres de pulmón que puedan desarrollarse, los investigadores también afirman que les preocupa que muchas de las víctimas también sufran problemas mentales, depresión y trastorno de estrés postraumático.

Fuente: Fox News, "The lasting health toll of September 11," 10 de junio de 2012

en_USEN