Perder a un ser querido por una enfermedad relacionada con el amianto puede ser devastador. El mesotelioma, el cáncer de pulmón y la asbestosis pueden estar causados por la exposición al amianto y pueden ser enfermedades agresivas y dolorosas que no responden al tratamiento. Debido a lo difícil que puede ser tratar estas enfermedades, las víctimas a menudo fallecen con relativa rapidez tras el diagnóstico.
Los familiares que pierden a un ser querido a causa de estas enfermedades pueden quedarse con más respuestas que preguntas. Es habitual que las personas se sientan enfadadas e impotentes, sobre todo cuando se enteran de que la enfermedad podría haberse evitado. Durante décadas, la gente ha estado expuesta al amianto sin saberlo. Los fabricantes de productos que contenían amianto y los empresarios de las empresas que utilizaban estos productos no siempre se tomaron en serio sus responsabilidades a la hora de alertar a los demás sobre los peligros del amianto. Esta negligencia hizo que muchas personas respiraran amianto y se enteraran 10, 20 o incluso 40 años después de que habían estado expuestas a materiales tóxicos.
Debido a la naturaleza agresiva de estas enfermedades, las víctimas suelen fallecer antes de poder emprender acciones contra una parte negligente. En estos casos, los familiares pueden actuar en su nombre y exigir responsabilidades a quien corresponda.
Dos mujeres han presentado recientemente demandas separadas contra decenas de empresas después de que cada una de ellas perdiera a un ser querido a causa de enfermedades relacionadas con el amianto.
Aunque los casos son distintos, existen algunas similitudes que muchos muerte por negligencia casos derivados de la exposición al amianto comparten. Ambas víctimas fallecieron tras diagnosticárseles una enfermedad relacionada con el amianto, al que ambas estuvieron expuestas durante sus carreras profesionales. Ninguna de ellas fue advertida de los peligros asociados a la inhalación de amianto y las empresas citadas en cada caso están acusadas de no advertir ni proteger a los demás del amianto.
Cada una de las mujeres que presentaron las demandas reclama daños y perjuicios a un total de 62 empresas por su negligencia. En casos como éste, es habitual que las personas soliciten una compensación económica como forma de castigar a las empresas por su mala conducta y en un esfuerzo por recuperar los costes derivados de la pérdida de un ser querido. El dinero no puede reparar realmente el daño causado por las empresas negligentes, pero puede ser una forma muy eficaz de responsabilizarlas y obtener el apoyo financiero que las víctimas de la exposición al amianto y sus familias pueden necesitar y merecer.
Fuente: The Madison-St. Clair Record, "Familiares de trabajadores de Oklahoma e Illinois presentan demandas por amianto en el condado de St. Clair", 24 de marzo de 2014.