Los expertos afirman que persisten los riesgos para la salud derivados de los productos con amianto

A principios de 1970, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos empezó a prohibir el uso de productos que contuvieran amianto en los productos utilizados en la industria de la construcción. La prohibición se ha ampliado, pero según los expertos contemporáneos, el mineral blanco sigue causando enfermedades graves y a menudo mortales.

Los científicos y los médicos saben desde hace tiempo que la inhalación de fibras de amianto puede provocar enfermedades pulmonares crónicas como la asbestosis. Exposición a productos de amianto también puede causar mesotelioma, un cáncer agresivo que ataca los pulmones y el abdomen. Un destacado cirujano torácico observó recientemente que "la inmensa mayoría de los mesoteliomas están relacionados con la exposición al amianto". El mesotelioma es casi siempre mortal.

A pesar de los esfuerzos de la EPA y otros organismos gubernamentales por restringir el uso del amianto, este mineral sigue estando muy presente en el medio ambiente. Antes de que se apreciaran plenamente sus riesgos para la salud, el amianto se utilizaba ampliamente en la fabricación de aislantes para tuberías, en la construcción naval, en productos para suelos y en revestimientos para frenos de automóviles. Los edificios en los que se utilizaban estos productos siguen en pie, y muchos de ellos siguen en uso activo. Además, muchos edificios antiguos están siendo demolidos o renovados, y estos procesos provocan la liberación de fibras de amianto que son fácilmente inhaladas por las personas que se encuentran en las proximidades de la liberación.

Los expertos en amianto se apresuran a advertir a la gente sobre el trabajo en edificios antiguos construidos antes de 1970. Cualquiera que esté preocupado por la presencia de amianto debe ponerse en contacto con la EPA o con un organismo estatal o municipal encargado de controlar la exposición al amianto. Cualquier persona que crea que puede haber estado expuesta a fibras de amianto debe consultar a un médico para una evaluación. Si dicho examen arroja un diagnóstico positivo de una enfermedad asociada al amianto, una consulta con un abogado especializado en la presentación de demandas por daños y perjuicios causados por el amianto puede proporcionar asesoramiento útil sobre la probabilidad de recuperar los daños y perjuicios por gastos médicos, pérdida de ingresos y dolor y sufrimiento.

Fuente: U.S News & World Report, "Los peligros del amianto siguen acechando", Michael O. Schroeder, 5 de enero de 2016.

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