Si usted o un ser querido trabaja en o alrededor de barcos en las Carolinas, a traves del pais o internacionalmente, usted puede sentirse agradecido que las regulaciones previenen el uso de materiales que contienen asbesto en barcos. Usted puede ser como muchos que esperan que la perspectiva aterradora de desarrollar sintomas de mesotelioma y otras enfermedades relacionadas con el asbesto pronto sea un recuerdo desvanecido de una epoca oscura de la historia.
Desgraciadamente, puede que esto no ocurra pronto. Los marinos mercantes, los guardias nacionales, los estibadores, los constructores navales y muchos otros se sorprenderán al conocer la prevalencia del amianto en los buques de nueva construcción, por no hablar de los ya existentes. barcos con amianto en sus sistemas operativos.
Una inspección reciente para determinar el cumplimiento de la normativa de la Organización Marítima Internacional descubrió que más de la mitad de los buques nuevos y existentes contienen amianto. Esto es así incluso en los buques de nueva construcción que llegan a EE.UU. procedentes de otros países. Dado que cada país tiene sus propias leyes que dictan el umbral de amianto que es aceptable en un barco, se puede entender lo difícil que es alcanzar cierta uniformidad aceptable cuando se trata de barcos construidos internacionalmente.
No obstante, en 2011, el Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar prohibió el amianto en todos los buques nuevos. Los buques construidos después de 2002 solo pueden tener amianto en zonas muy concretas. Si una inspección descubre amianto donde no debería estar, el propietario del buque tiene tres años para retirarlo y sustituirlo utilizando los servicios de un profesional autorizado. Los inspectores creen que incluso los buques construidos en EE.UU. pueden recoger de otros países piezas de repuesto que contengan la sustancia mortal, como juntas.
Los inspectores aconsejan a los armadores que obtengan una inspección profesional de cualquier buque nuevo que reciban. El objetivo de la inspección es localizar y mitigar cualquier zona oculta en la que los constructores, las reparaciones o el mantenimiento puedan haber utilizado amianto infringiendo la legislación marítima estadounidense e internacional.
Es de esperar que los armadores adopten esta sencilla medida para proteger a quienes, como usted, trabajan o tienen seres queridos que trabajan a bordo. Lamentablemente, no todos los armadores la cumplen. Esto le deja a usted y a otros vulnerables a la exposición al amianto. Dicha exposición puede provocar enfermedades mortales, como mesotelioma y cáncer de pulmón, cuyos síntomas pueden no manifestarse durante años o incluso décadas después de haber inhalado o ingerido las partículas microscópicas de amianto.