Víctimas y familiares se enfrentan a retos en las demandas por amianto

Hay varias razones por las que muchas personas pueden dudar a la hora de emprender acciones legales cuando se trata de enfermedades relacionadas con el amianto. Ciertamente puede ser abrumador, confuso e intimidante y muchas personas pueden no entender qué derechos tienen. Sin embargo, el proceso de presentar una demanda y obtener una indemnización puede ser mucho más fácil con la ayuda de un abogado.

Leemos sobre los obstáculos a los que se enfrentan muchas víctimas y sus familias a la hora de litigios sobre amiantopero también leemos sobre varias historias de éxito. Por mucho que las empresas intenten retrasar la justicia o negar su responsabilidad, puede ser importante perseverar y trabajar para lograr un resultado positivo. Por ejemplo, varios demandantes se han enterado recientemente de que los esfuerzos por desestimar sus casos no han tenido éxito y sus demandas por amianto pueden seguir adelante.

Un juez dictaminó recientemente que cuatro casos distintos podían seguir adelante en el estado en el que fueron presentados. Un total de 38 demandados impugnaban las demandas interpuestas contra ellos, alegando que debían desestimarse por motivos de jurisdicción.

Esta es sólo una táctica legal que las empresas utilizan para tratar de alargar el proceso legal y evitar ser consideradas responsables de prácticas negligentes o imprudentes con el amianto. Los demandados están obligados a demostrar que otra ubicación sería más conveniente para todas las partes implicadas. Si no lo hacen, como ocurrió en este caso, la solicitud de desestimación puede ser denegada.

Estrategias legales como esta pueden ser frustrantes y confusas para las personas que no están familiarizadas con el proceso de litigio del amianto. Sin embargo, con la ayuda, la experiencia y la orientación de un abogado con amplios conocimientos en este campo, las víctimas de enfermedades relacionadas con el amianto y sus familias pueden luchar contra estas empresas y obtener la indemnización que merecen.

Fuente: Washington Examiner, 3 de junio de 2014

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