Las muertes relacionadas con el amianto siguen siendo elevadas a pesar de la normativa

Los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU. informan de que las muertes relacionadas con el amianto siguen produciéndose a un ritmo alarmante. A pesar de las regulaciones impuestas por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional y la Agencia de Protección del Medio Ambiente, el amianto sigue siendo un peligro para los trabajadores en campos laborales susceptibles como la construcción.

El mesotelioma, un tipo de cáncer derivado del exposición al amianto, se está cobrando un número fatal de personas expuestas al amianto hace muchos años. La razón es que el mesotelioma puede tardar hasta 70 años en desarrollarse tras la inhalación inicial de fibras de amianto.

Según un artículo reciente de NPR, antes de que se regulara el amianto, se utilizaba en una gran variedad de productos como aislantes, pinturas y baldosas. Las dos primeras "oleadas" de personas con mesotelioma incluyen a los mineros y fabricantes de amianto que estuvieron expuestos al amianto en bruto, seguidos de los trabajadores de oficios como fontaneros, instaladores eléctricos y constructores navales, que estuvieron expuestos a productos que contenían amianto.

Las personas que se encontraban en estas dos primeras oleadas están experimentando el mayor aumento de muertes relacionadas con el mesotelioma, concretamente los mayores de 85 años.

Las personas expuestas al amianto que se desprende durante la renovación o demolición de edificios constituyen la "tercera oleada". Sin embargo, la exposición al amianto no sólo se produce en situaciones en las que el amianto se instaló originalmente hace años.

Aunque actualmente no se produce en EE.UU., el amianto se sigue importando de otros países para utilizarlo en la fabricación de productos de consumo común, como jabones y fertilizantes.

Además, el cumplimiento de la normativa OSHA es un problema importante. Los CDC informan de que el 20% de las muestras de aire recogidas en el sector de la construcción siguen superando el límite de exposición permitido. Este uso continuado del amianto y el incumplimiento de la normativa están contribuyendo a las muertes relacionadas con el amianto en personas menores de 55 años.

Quienes padezcan una enfermedad relacionada con el amianto -ahora o en el futuro- deben saber que, a pesar de ese diagnóstico, puede disponerse de una indemnización para hacer frente a las consecuencias económicas de los salarios perdidos, el tratamiento y otros gastos. Si estas noticias recientes sirven de indicación, la necesidad de responsabilizar a los fabricantes por los daños que han causado al utilizar un producto tan inseguro continuará mientras persistan estas enfermedades.

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