Los centros escolares podrían ser una fuente de exposición al amianto para los profesionales

Las escuelas públicas deben ser un espacio seguro en el que los alumnos puedan aprender y prepararse para su brillante futuro. A menudo, los padres envían a sus hijos a clase sin tener demasiado en cuenta los posibles riesgos para la salud y la seguridad asociados a la escuela. Por desgracia, muchas escuelas construidas antes de la década de 1980 tienen entornos peligrosos tanto para los alumnos como para los profesionales que trabajan dentro del edificio.

Informe de auditoría de registros de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) publicadas en septiembre de 2018 indican que un gran número de edificios escolares en todo Estados Unidos tienen niveles inaceptables o incluso peligrosos de contaminación por amianto.

De hecho, es probable que uno de cada tres edificios escolares públicos del país esté contaminado con amianto en algún grado. Rastrear qué escuelas tienen contaminación es difícil, especialmente porque los agentes de la EPA se han retrasado significativamente en el seguimiento y las pruebas de los niveles de amianto en las escuelas. Esto puede haber puesto a profesionales y estudiantes en un riesgo innecesario de sufrir graves consecuencias médicas.

Sólo una pequeña parte de los centros escolares han realizado pruebas adecuadas

El informe sobre las pruebas realizadas por la EPA para detectar la posible contaminación por amianto en las escuelas norteamericanas es especialmente preocupante porque pone de manifiesto que la EPA no ha llevado a cabo una supervisión adecuada cuando se trata de realizar pruebas e informar sobre la contaminación por amianto en las escuelas.

El informe analizó los registros de 2011 a 2015. Durante ese periodo, la EPA realizó aproximadamente el 13% de las inspecciones de cumplimiento necesarias. Algunos estados no realizaron ninguna inspección durante un periodo similar entre 2012 y 2016. Tanto los estudiantes de esas escuelas, como los profesores y los trabajadores de mantenimiento, podrían terminar innecesariamente expuestos al amianto en un entorno educativo que debería ser seguro.

El impacto del amianto en las escuelas podría tardar años en conocerse

La exposición crónica a partículas de amianto en suspensión en el aire puede causar graves problemas de salud. Desgraciadamente, esos problemas de salud, incluido el mesotelioma, un cáncer mortal y relativamente raroa menudo tardan décadas en desarrollarse.

Un estudiante o un empleado pueden haber seguido adelante en las décadas transcurridas entre su exposición y su diagnóstico. Para determinar el origen de un caso de mesotelioma relacionado con el amianto es fundamental remontarse a la historia de una persona. Los empleados que trabajaron para las escuelas públicas y más tarde desarrollaron mesotelioma, así como los estudiantes que no tuvieron ninguna otra exposición antes de enfermarse, pueden tener motivos para solicitar una indemnización por cualquier enfermedad que desarrollen como resultado de la exposición al amianto.

Cada caso es único, y demostrar que la contaminación por amianto contribuyó a una afección médica requiere una investigación exhaustiva. Si cree que usted o un ser querido ha enfermado a causa del amianto en las escuelas, puede ser el momento de empezar a explorar sus derechos legales para obtener una indemnización y justicia.

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