La exposición al amianto no es cosa del pasado

Cuando muchas personas en North Carolina oyen historias de enfermedades causadas por la exposición al amianto, piensan en lo afortunados que son de que el peligro del amianto haya quedado muy atrás. Al fin y al cabo, muy pocas industrias en EE.UU. incluyen amianto en sus productos, y el gobierno tiene cuidadosas regulaciones y restricciones sobre su uso. Desgraciadamente, esto es un mito.

Aunque existen algunas limitaciones sobre dónde y cómo determinadas industrias pueden utilizar el amianto, en EE.UU. no existe ninguna prohibición formal. la prevalencia del amianto en su mundo. Además, cada vez más artículos de uso cotidiano en Estados Unidos proceden de países que tienen pocas o ninguna protección contra el amianto.

Exposición en el trabajo

La exposición al amianto puede provocar formas mortales de cáncer, incluido el mesotelioma, si se inhalan o ingieren las microscópicas partículas. Cerca de 3.000 personas mueren anualmente, y muchas más sufren los devastadores efectos secundarios de estas enfermedades. A pesar de la reducción del uso del amianto en EE.UU., cada año se registran nuevos casos de mesotelioma y enfermedades afines.

Los trabajadores de primera línea, los que extraen el mineral y fabrican con él, corren el mayor riesgo. También corren un alto riesgo los aisladores y los constructores navales, entre otras profesiones. Por último, la construcción y la restauración de edificios, la reparación de vehículos y el montaje de tuberías son algunos de los oficios que entrañan riesgos de amianto. Los empresarios que no toman las precauciones necesarias para contener las partículas de amianto y minimizar la exposición de los trabajadores pueden jugar con la vida de éstos.

Peligro en la vida cotidiana

Aunque no trabaje en estas industrias, puede estar expuesto al amianto de estas formas:

  • Las casas antiguas construidas antes de la década de 1980 pueden contener suelos, tejas, revestimientos, tuberías y otros elementos de amianto.
  • Si restaura vehículos antiguos, incluidos coches, barcos o aviones, corre el riesgo de exponerse.
  • Los utensilios de cocina antiguos suelen contener amianto.
  • Es posible que trabaje en o cerca de un edificio antiguo que ha sido restaurado o renovado, lo que a menudo levanta partículas de amianto.
  • Si vive o trabaja cerca del lugar de la demolición de un edificio antiguo, puede estar respirando partículas de amianto en suspensión en el aire.
  • Un familiar que trabaje cerca del amianto puede llevarse las partículas mortales a casa en la ropa.
  • Comprar productos por Internet o en el extranjero puede suponer desconocer las normas de fabricación.

Rastrear un diagnóstico de mesotelioma hasta el punto de exposición es a menudo un reto, ya que la enfermedad puede permanecer latente durante décadas. Sin embargo, este paso es fundamental para determinar si la negligencia de alguien fue la causa de su sufrimiento o el de un ser querido.

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