Durante décadas, la gente ha recurrido a los polvos de talco, también llamados polvos de talco para bebés, para mantener secos los culitos de los niños pequeños. Algunas personas también se aplican los polvos en la ropa interior o los genitales para reducir el sudor o el mal olor. Sin embargo, en los últimos años se ha criticado esta práctica por considerarla potencialmente peligrosa. Algunas pruebas indican tasas más elevadas de cáncer de ovario entre las usuarias de talco para bebés.
Muchas personas creen que la causa probable de este aumento del riesgo de cáncer se debe a la contaminación por amianto de los polvos de talco para bebés. En los últimos meses, las principales marcas de polvos de talco, incluida Johnson & Johnson (J&J), se han enfrentado a demandas de personas con cánceres potencialmente relacionados con la contaminación por amianto. J&J intenta ahora defender su producto y su marca ante los tribunales.
Una demanda pendiente alega que J&J conocía la contaminación
En una demanda que se está tramitando actualmente en los tribunales del South Carolina, los familiares supervivientes culpar a los polvos de talco J&J por la prematura muerte de una mujer relacionada con el cáncer. La familia alega que J&J sabía desde hacía décadas que sus polvos de talco tenían y podían tener algún nivel de contaminación por amianto, pero no tomó ninguna medida para advertir o avisar al público de este posible problema.
J&J, por su parte, sostiene que nunca ha vendido polvos de talco contaminados y que los cánceres declarados por usuarias frecuentes no están relacionados con sus productos. Ahora, los tribunales revisarán la información sobre la empresa, así como los antecedentes médicos de la mujer fallecida, para determinar si J&J y otras empresas implicadas en la producción y venta de polvos de talco son responsables de esta muerte.
J&J se enfrenta a miles de demandas por cáncer y talco
A pesar de su abyecta insistencia en que sus polvos de talco no contienen amianto y nunca lo han contenido, más de 6.000 demandas contra la empresa indican que los consumidores y sus abogados opinan lo contrario.
Por desgracia para J&J, sus propios registros internos podría acabar ayudando a las personas que demandan a la enorme corporación. Memorandos internos filtrados de ejecutivos de J&J demuestran que la empresa ya era consciente del riesgo potencial en la década de 1970. Estos memorandos dejan claro que J&J, así como las personas que dirigían la empresa, sabían perfectamente que incluso niveles minúsculos de contaminación por amianto podían poner en peligro a sus clientes.
Uno de los memorandos que casi con toda seguridad influirá en este juicio concluye que la empresa no necesita preocuparse por la contaminación. En él, el redactor considera que un uno por ciento de contaminación por amianto estaría por debajo del límite establecido para los mineros del amianto.
Llegaron incluso a especular con que la inhalación de polvos de talco contaminados por parte de un recién nacido sería inocua, a pesar de la falta de investigaciones que establecieran niveles seguros de amianto para niños o bebés. Puede que estos memorandos no prueben la contaminación, pero sin duda demuestran que J&J conocía el riesgo y decidió anteponer los beneficios a la seguridad pública.