Las víctimas de una enfermedad relacionada con el amianto experimentan sin duda emociones muy difíciles y duras desde el momento en que se les diagnostica. Suelen estar enfadadas, confusas, tristes, asustadas y, a menudo, decididas a pedir cuentas a la parte responsable de su enfermedad.
Pero como muchas víctimas se dan cuenta, las empresas responsables de la exposición y las que deberían pagar indemnizaciones a las personas perjudicadas por esta negligencia no se dejan llevar por las emociones. A muchas de ellas lo único que les preocupa es proteger sus resultados y eludir su responsabilidad financiera por las lesiones o daños sufridos. muerte por negligencia de las víctimas que han enfermado por exposición al amianto.
Esta práctica de retrasar el pago de las reclamaciones por amianto es una estrategia conocida como "retrasar o negar hasta que mueran." Las empresas suelen recurrir a esta práctica porque saben que una víctima en el banquillo puede recibir más dinero de un jurado. Para evitarlo, las empresas alargan los procedimientos.
En un caso reciente que, por desgracia, es demasiado frecuente, una mujer a la que se diagnosticó mesotelioma falleció antes de poder obtener la indemnización que tanto merecía. Hasta un año después del fallecimiento de la mujer, de 56 años, no se pagó su indemnización.
Hay algunas empresas enormes y de ámbito mundial que aplican estas tácticas turbias -y a menudo ilegales- de alargar a propósito los litigios por amianto. En algunos casos, un tribunal considera que estos retrasos y la negativa a pagar las reclamaciones con prontitud pueden dar lugar a acusaciones adicionales de mala fe.
Otra razón por la que las empresas intentan retrasar estos pagos es porque, en realidad, están generando beneficios con el dinero que acabarán pagando a las víctimas del amianto. Cuanto más tiempo puedan retener este dinero, más dinero podrán sacar de él.
Puede ser muy difícil entender todos los desafíos legales que pueden surgir en el curso de una demanda por amianto. Pero las víctimas y sus familias pueden trabajar con un abogado que entienda este proceso y pueda trabajar para obtener la compensación que merecen de manera oportuna. Si una empresa intenta ralentizar el pago de una reclamación, un abogado también puede exigirle responsabilidades por actuar de mala fe, lo que podría dar lugar a una indemnización adicional.
Fuente: Scripps News, "Las filiales de Berkshire Hathaway niegan, retrasan las reclamaciones por amianto, peligros, demandas, según alegan personas con información privilegiada", Mark Greenblatt, 6 de octubre de 2013.