Si alguna vez ha tenido gripe o incluso un resfriado fuerte, es posible que se haya dado cuenta inmediatamente de su enfermedad por los síntomas que presentaba su cuerpo. En cualquiera de estas enfermedades, los síntomas pueden incluir secreción nasal, tos, fiebre o dolores corporales. Es fácil saber que una persona está enferma cuando presenta esos síntomas. No ocurre lo mismo con determinadas enfermedades, como el mesotelioma.
De hecho, si ha inhalado o ingerido sin saberlo las partículas microscópicas del amianto, tal vez en el lugar de trabajo o en la escuela, o si alquila una casa antigua, etc., podría contraer un mesotelioma y no ser consciente en absoluto de la enfermedad dentro de su cuerpo durante años. Sin embargo, se trata de una enfermedad progresiva y terminal, por lo que, en algún momento, aparecen los síntomas y, a continuación, empiezan a empeorar.
El mesotelioma es uno de los numerosos tipos de cáncer que corre el riesgo de desarrollar si está expuesto al amianto. La siguiente lista ofrece datos básicos sobre esta enfermedad incurable:
A medida que la enfermedad avanza, el estado del paciente empieza a empeorar de forma agresiva, hasta que su cuerpo acaba sucumbiendo a la enfermedad.
Los síntomas de esta enfermedad provocada por el amianto pueden variar en función del órgano del cuerpo afectado: pulmones, corazón o estómago. La siguiente lista incluye síntomas de las tres afecciones, cualquiera de los cuales merece un examen médico inmediato, especialmente si cree que ha estado expuestos al amianto en el pasado:
Siempre es mejor informar al médico que le atiende de que puede haber estado expuesto al amianto, sobre todo si ha trabajado alguna vez en un astillero, un edificio antiguo, la industria mecánica del automóvil, una cantera o una fábrica, o vive con alguien que haya trabajado en esas industrias.
Su equipo médico debe realizar una evaluación clínica exhaustiva para que un médico pueda diagnosticar un mesotelioma. Esta evaluación suele incluir análisis de sangre, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, así como una exploración física y una evaluación de los síntomas. El tratamiento paliativo disponible incluye analgésicos, cirugía para extirpar tumores malignos, posible extirpación del diafragma o el pulmón y varias otras terapias, como inmunoterapia, tratamiento quimioterapéutico y más.
En cuanto al apoyo, si usted es un paciente de mesotelioma, sin duda dependerá en gran medida de sus familiares y amigos más cercanos para que le proporcionen consuelo y apoyo a medida que avanza su enfermedad. También puede ser útil hablar con un consejero especializado en temas de enfermedades terminales. Muchos pacientes de mesotelioma también buscan orientación jurídica, especialmente si están considerando presentar una demanda legal.