Amianto: un riesgo laboral al que se enfrentan demasiadas personas

El daño que el amianto puede causar a la salud de una persona es devastador. Durante décadas, puede no haber indicios de que algo vaya mal y, de repente, el diagnóstico de una enfermedad relacionada con el amianto puede revelar que la exposición al amianto hace años ha resultado catastrófica.

Cuando a una persona se le diagnostica una enfermedad como el mesotelioma, ya no hay nada que pueda hacerse para reparar el daño. En ese momento, frenar la progresión de la enfermedad y aliviar los dolorosos síntomas es una prioridad absoluta. La detección precoz es esencial para buscar un tratamiento eficaz, por lo que es importante saber si usted o un ser querido corren un riesgo potencialmente elevado de exposición.

Las personas que han trabajado en determinadas industrias y puestos de trabajo pueden tener un mayor riesgo de haber estado expuestas al amianto, especialmente las que trabajaron en estos puestos antes de la década de 1980, cuando el amianto se utilizaba ampliamente y los empresarios a menudo no advertían a los trabajadores sobre el riesgo de exposición.

Ocupaciones en las que los trabajadores pueden haber sido desproporcionadamente expuestos al amianto incluyen:

  • Minería
  • Construcción
  • Construcción y reparación de automóviles
  • Demolición
  • Fontanería
  • Construcción naval
  • Veteranos militares

Las personas que trabajaban en estas ocupaciones e industrias a menudo estaban expuestas al amianto porque se encontraba habitualmente en materiales como el aislamiento, las juntas, la fontanería y la ignifugación. Este hecho, combinado con el hecho de que muchos empresarios no advirtieron ni protegieron adecuadamente a los trabajadores, hizo que la exposición a altos niveles de amianto durante largos periodos de tiempo fuera demasiado frecuente.

Si usted o un ser querido tiene un historial laboral que incluye cualquiera de estas ocupaciones, puede ser crucial entender que la exposición al amianto puede ser motivo de preocupación. Incluso antes de que una persona haya sido diagnosticada, puede ser crucial asegurar la atención médica y el seguimiento.

Para cubrir algunos de los gastos de estos cuidados y reclamar una indemnización por los daños sufridos como consecuencia de la exposición, también puede hablar con un abogado para obtener más información sobre sus derechos legales. Entre indemnización por accidente laboral y posibles demandas por negligencia, puede ser posible obtener importantes compensaciones económicas. Sin embargo, al igual que ocurre con el tratamiento médico, actuar con rapidez para obtener representación legal puede ser un factor importante para conseguir la ayuda que necesita.

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