Demasiadas personas en North Carolina y en todo el país tienen la impresión de que el amianto ya no es una amenaza para nuestra salud. Hay personas que comprensiblemente suponen esto porque sabemos desde hace años que la exposición al amianto en suspensión en el aire puede causar enfermedades devastadoras. Sin embargo, todavía hay muchos empleadores, empresas y propietarios de edificios que siguen sin tomar medidas para proteger a las personas de la manipulación o la inhalación de esta sustancia tóxica.
En estas situaciones, es importante recordar que las víctimas de la exposición al amianto tienen derecho a reclamar una indemnización a la parte negligente. Muchas personas que han emprendido acciones legales han recibido dinero que puede ayudarles a hacer frente a los gastos médicos necesarios y adicionales relacionados con las pruebas y el tratamiento de mesoteliomacáncer de pulmón y asbestosis.
Cinco trabajadores han emprendido recientemente acciones legales tras enterarse de que habían estado expuestos al amianto durante una obra de construcción sin su conocimiento. Estaban trabajando en la demolición de un hospital y, durante el proyecto, se liberó polvo de amianto que se había utilizado en partes del sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado al remover el amianto.
Los trabajadores presentaron una demanda para exigir responsabilidades al hospital y al contratista de la obra. En la demanda, los trabajadores afirman que nunca se les advirtió de la presencia de amianto, a pesar de que tanto el hospital como el contratista sabían que había amianto. Tampoco proporcionaron a los trabajadores equipos de protección que les impidieran respirar el peligroso polvo.
Tanto la empresa contratista como el hospital fueron multados por infracciones relacionadas con el hecho de no advertir a los demás de la presencia de amianto.
Sin embargo, estas multas harán poco por ayudar a los trabajadores que estuvieron expuestos y pueden haber sufrido ya las consecuencias. Es posible que el daño ya esté hecho. Las víctimas no sólo están preocupadas por el daño físico que puedan haber sufrido, sino que han padecido y seguirán padeciendo ira, ansiedad, hipervigilancia y pérdida del disfrute de la vida por no saber si la exposición ha causado o no daños irreversibles. Según se informa, solicitan $10 millones en su demanda.
Fuente: The Register-Guard, "El hospital se enfrenta a una demanda por amianto", Christian Wihtol, 18 de julio de 2013.