Este blog ha señalado con frecuencia el uso generalizado del amianto en materiales de construcción, productos aislantes y juntas de válvulas y frenos en North Carolina y otros lugares. El producto final, es decir, el que se vende al consumidor, puede contener amianto o una producto que contiene amianto que fue suministrado o fabricado por otra empresa. Los tribunales han tenido que decidir quién es responsable en estos casos: el proveedor original del amianto o el fabricante del producto final.
Una reciente sentencia del Tribunal de Apelación de Nueva York (el más alto tribunal del estado) sostiene que el fabricante del producto final tiene la obligación de advertir a los usuarios de la presencia de amianto. Por lo tanto, el fabricante es responsable de los daños causados a las personas que entraron en contacto con el amianto, independientemente de la empresa que lo haya fabricado realmente. En los casos presentados por un técnico de calderas de la Armada y un antiguo instalador de tuberías de General Motors contra Crane Co., fabricante de válvulas de vapor, Crane alegó que no había fabricado el amianto utilizado en sus productos y que no tenía la obligación de advertir de los peligros de la exposición al amianto.
El tribunal rechazó este argumento, sosteniendo en su lugar que "el fabricante de un producto tiene la obligación de advertir del peligro derivado del uso conocido y razonablemente previsible de su producto en combinación con un producto de terceros que, por una cuestión de diseño, mecánica o necesidad económica, es necesario para permitir que el producto del fabricante funcione según lo previsto". En resumen, el fabricante de un producto que contiene amianto como componente necesario del mismo tiene la obligación legal de advertir de la presencia de amianto. La omisión de dicha advertencia da lugar a una reclamación de daños y perjuicios contra el fabricante.
Cualquier persona que haya estado expuesta al amianto, ya sea en el trabajo o en otro lugar, tal vez desee someterse a un examen físico realizado por un médico con experiencia en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades relacionadas con el amianto. Si el diagnóstico es positivo, una consulta con un abogado especializado en la tramitación de reclamaciones por responsabilidad civil por productos defectuosos puede proporcionar una evaluación útil del caso y una estimación de la probabilidad de recuperar daños y perjuicios por gastos médicos, pérdida de ingresos y dolor y sufrimiento.
Fuente:Diario de Seguros, "El Tribunal Superior de Nueva York se pronuncia sobre el deber conjunto de advertir del peligro del amianto". 30 de junio de 2016