La comunidad científica no se ha comprometido del todo con la relación definitiva entre el uso de polvos de talco por las mujeres y los cánceres de ovario y útero. Pero algunos investigadores oncológicos -y varios jurados recientes- han determinado que existe un vínculo causal.
Los resultados de uno de estos estudios aparecen en un número de la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention. Los científicos descubrieron que el uso íntimo de polvos de talco provoca un aumento del 24% de riesgo de cáncer de útero.
Por qué es importante
Hasta hace muy poco, los polvos de talco se comercializaban como producto de higiene para las mujeres desde la cuna hasta la tumba. Utilizado para empolvar los culitos de los bebés en pañales y como aplicación para después de la ducha en el caso de los adultos, este producto de aseo e higiene común era un producto básico en la mayoría de los hogares estadounidenses del siglo XX.
Ahora, tras décadas de uso diario, se están diagnosticando ciertos cánceres femeninos a mujeres de todo Estados Unidos.
Talco similar al amianto
Antes de que los científicos descubrieran la relación entre trabajar con amianto o cerca de él y el diagnóstico de mesotelioma en los trabajadores, este material tóxico se utilizaba a diario en la industria y la construcción. El talco es un mineral derivado del silicato de magnesio, químicamente similar al amianto.
Pequeñas astillas del mineral pueden adherirse a los pulmones de las personas. Las pruebas de laboratorio con animales tras la inhalación forzada de talco mostraron el desarrollo de tumores.
Más de 2 décadas de datos estudiados
Entre 1982 y 2004, los investigadores hicieron un seguimiento de la salud de 66.028 enfermeras. Descubrieron que a 599 se les había diagnosticado cáncer de endometrio.
A continuación, los investigadores se centraron en las rutinas de higiene de las enfermeras. Las que habían utilizado talco aunque sólo fuera una vez en la zona genital habían aumentado su riesgo de desarrollar el cáncer en un 21% en comparación con las que no lo habían utilizado.
De hecho, cuanto mayor era el consumo, más aumentaba el factor de riesgo. El vínculo más fuerte se presentó en mujeres posmenopáusicas.
Como señalan los autores ''Varios estudios han informado de una asociación positiva entre el uso perineal de polvos de talco entre mujeres adultas y el riesgo de cáncer de ovario. Nuestros resultados sugieren que el uso perineal de polvos de talco aumenta el riesgo de cáncer de endometrio, especialmente entre las mujeres posmenopáusicas."
Cabe señalar que ya en la década de 1970, una revista médica señaló que las partículas de talco aparecían en el 75% de los tumores de ovario tratados.
Engaño del sector
Puede demostrarse que los fabricantes y los conocedores de la industria sabían o deberían haber sabido de la relación entre el talco y los diagnósticos de cáncer. Que estos gigantes de la fabricación sigan comercializando un producto cancerígeno a todo el mundo, desde los recién nacidos hasta las ancianas, es a la vez negligente y censurable.