Hace décadas, el amianto era un material de construcción muy utilizado en Estados Unidos. Hoy en día, todavía se puede encontrar en placas de techo, aislantes, baldosas y otros materiales de construcción. Aunque se sabe que la exposicion al amianto causa graves problemas de salud, incluido el mesotelioma, la ley federal no obliga a las escuelas a retirar los productos que contienen amianto. Si se pregunta sobre el amianto en las escuelas, hay información vital que debe conocer.
En una época, el amianto se consideraba un material versátil y útil. Sus propiedades ignífugas y aislantes se consideraban beneficiosas en una amplia gama de aplicaciones. Desgraciadamente, el conocimiento de peligros relacionados con el amianto no se generalizó hasta los años setenta.
En los años setenta, los peligros del amianto se hicieron evidentes en todo el país. Una década más tarde, el gobierno federal prohibió su uso en nuevos materiales de construcción, dejando a las escuelas la decisión de retirar los materiales antiguos. En los años 80, el gobierno creó una ley de respuesta de emergencia, que sólo obligaba a las escuelas a elaborar planes de gestión del amianto y a realizar inspecciones periódicas.
Algunas escuelas optaron por retirar materiales que contengan amiantopero muchos no. Si tiene dudas sobre la presencia de amianto en una escuela cercana, puede seguir un proceso para obtener la información que necesita.
El Gobierno exige que las escuelas construidas antes de la década de 1980 tengan un Plan de gestión del amianto (AMP). Estos planes deben detallar la presencia en la escuela de cualquier material conocido que contenga amianto. También se describe el plan de gestión de estos materiales para que no afecten a los alumnos, al personal ni a ninguna persona que esté en contacto físico con la escuela.
Si está interesado en saber si una escuela tiene amianto, puede solicitar una copia del PGA a la escuela. Intente ponerse en contacto con el director o con la oficina del distrito escolar si no encuentra a quién dirigirse. Cuando reciba el plan, deberá averiguar la ubicación y el estado de cualquier amianto que haya en la escuela.
Puede ser útil saber que el amianto intacto y sin alterar supone un riesgo mínimo para usted o para cualquier otra persona. Sin embargo, tratar con materiales que contienen amianto dañados o friables, como los techos de palomitas de maíz desgastados, puede hacer que se liberen fibras nocivas en el aire. Esta situación supondría un peligro.
A la hora de proteger a su hijo, debe:
Aunque la presencia de amianto en las escuelas puede resultar preocupante, conocer su ubicación y el plan de gestión puede proporcionar cierto alivio. Si conoce la normativa y los riesgos y sabe cómo encontrar información sobre el amianto en una escuela, podrá tomar medidas para proteger la salud de las personas que le importan. Es importante recordar que el amianto intacto y sin alterar presenta un riesgo mínimo.
Uno de los principales peligros de la exposición al amianto es el mesotelioma. El mesotelioma es un cáncer poco frecuente que ataca al mesotelio. El mesotelio es una fina capa de tejido que recubre órganos vitales, como los pulmones y el abdomen. Exposición al amianto es la causa principal del mesotelioma, pero los síntomas pueden tardar años en manifestarse.
A: Es bueno saber qué es el amianto, sus peligros, su relación con el mesotelioma y otras dolencias, y sus medidas de seguridad.
El amianto es un conglomerado de minerales fibrosos que algunas profesiones utilizaban antiguamente para reforzar e ignifugar materiales. Si el amianto inhalado queda atrapado en el cuerpo, puede causar enfermedades como mesotelioma, asbestosis y cáncer de pulmón. Mientras que muchos otros países han prohibido el amianto, en Estados Unidos no se ha prohibido a pesar de su complicada historia. La eliminación puede llevarse a cabo con una empresa de reducción profesional.
A: Una información importante que hay que saber sobre el amianto es que la exposición aumenta el riesgo de enfermedad pulmonar. Fumar aumenta el riesgo que el amianto puede suponer de enfermedad pulmonar y otras dolencias, como el mesotelioma. Aunque estos riesgos existen, los síntomas de la enfermedad pueden tardar años en desarrollarse tras la exposición.
Además, las afecciones relacionadas con el amianto son difíciles de identificar, y un examen exhaustivo del historial médico puede ayudar a descubrir la posibilidad de exposición al amianto.
A: Hasta la década de 1980, los materiales que contenían amianto se encontraban en muchas escuelas, aulas, pasillos escolares, salas de profesores, auditorios y otros lugares de mucho tránsito. Entre los materiales que contienen amianto se incluyen:
Más tarde, en esa misma década, el gobierno aprobó la Ley de Respuesta a Emergencias por Riesgo de Amianto (AHERA, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo era proteger a estudiantes y profesores de la exposición al amianto. Sin embargo, la ley rara vez obliga a nadie a retirar los materiales que contienen amianto.
A: La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) tiene directrices sobre la exposición al amianto que protegen a los trabajadores de los peligros del amianto. El Límite de Exposición Permisible (PEL) existe para la cantidad de amianto a la que puede estar sometido un empleado durante treinta minutos. Los lugares de trabajo deben disponer de evaluaciones para aclarar que cumplen las normas PEL si el amianto es evidente. Los monitores también son necesarios para detectar el nivel de amianto y determinar su proximidad al PEL.
La detección precoz y la gestión adecuada son vitales para mitigar los riesgos del amianto en las escuelas. Lo más probable es que cualquier escuela que encuentre ya tenga un plan para tratar los materiales que contienen amianto. Trabajar con las escuelas para mantener el plan actualizado y supervisar los materiales que contienen amianto puede garantizar un entorno de aprendizaje seguro para todos los implicados.
Si le preocupa el riesgo de amianto en una escuela cercana, póngase en contacto con la administración competente para obtener más información. Si cree que una escuela ha expuesto negligentemente a su hijo al amianto, póngase en contacto con Wallace & Graham hoy mismo.