Durante décadas, miles de fabricantes utilizaron amianto en productos domésticos e industriales, exponiendo a millones de estadounidenses a un riesgo significativo de exposición. Aunque los riesgos de la exposición al amianto son ahora más conocidos y se sabe que la sustancia provoca complicaciones médicas graves como el mesotelioma, muchos productos siguen incluyendo la sustancia en alguna cantidad.
Por desgracia, mucha gente no se da cuenta de lo fácil que es exposición al amianto puede ser, sobre todo si ocurrió hace muchos años y sus efectos se acaban de comprender. Si sospecha que usted o un ser querido han estado expuestos al amianto, es aconsejable examinar detenidamente su historial para identificar cualquier punto de exposición.
Exposición profesional
La exposición profesional al amianto es la más frecuente y, por lo general, la más perjudicial. Las personas que trabajan habitualmente en entornos con amianto o que lo manipulan como parte de su trabajo son las que tienen más probabilidades de sufrir daños. Esto también puede incluir a las personas que trabajaron en espacios que incluían amianto mal contenido, incluso si no manipulaban regularmente ningún material con amianto.
Exposición extralaboral
El amianto es un material tan ligero que es fácil que sus fibras se desplacen si no se contienen cuidadosamente. Durante gran parte de su historia en la producción industrial, los productores y fabricantes no tomaron las precauciones adecuadas para mantener la seguridad de estos materiales, poniendo en peligro las vidas de otras personas que vivían y trabajaban en contacto habitual con individuos que interactuaban habitualmente con el amianto.
La exposición extralaboral suele producirse en miembros de la familia y otras personas que conviven estrechamente con alguien que manipula o se encuentra habitualmente con amianto. Por ejemplo, si un miembro de la familia lava la ropa de un trabajador de una fábrica que manipula amianto con regularidad, ese miembro de la familia puede estar expuesto al amianto.
Exposición por zonas
El amianto se desplaza fácilmente por las corrientes de aire y, con el tiempo, puede propagarse por toda una zona. El simple hecho de rodear una fábrica que utiliza amianto con altos muros de ladrillo probablemente no sea suficiente para evitar que el material se propague, y durante muchos años el amianto no se utilizó con precaución.
Desgraciadamente, muchas personas sufren los efectos del amianto debido a una exposición de zona, o exposición de vecindario, como se denomina comúnmente. Esto puede ocurrir en una víctima que vivió durante un periodo de tiempo cerca de una instalación o lugar de trabajo que utilizaba amianto. El material puede salir fácilmente del lugar de trabajo o de la instalación y contaminar todo un vecindario, dejando a los residentes con efectos a largo plazo que pueden no reconocer durante años.
Si usted o alguno de sus seres queridos sufre algún tipo de exposición al amianto, es posible que deba considerar la posibilidad de recurrir a herramientas legales para proteja sus derechos y buscar una compensación justa por sus pérdidas. Con una investigación cuidadosa y recursos legales sólidos, es posible que tenga más oportunidades de las que cree para buscar justicia.