El amianto, un mineral de origen natural, se ha utilizado en cientos de productos, desde pastillas de freno hasta aislantes para la construcción de buques de la Armada. El amianto tiene usos tanto como ignífugo como aislante. Sin embargo, los profesionales de la medicina sospechaban que el amianto provocaba enfermedades y cáncer desde principios del siglo XX.
Los peligros del amianto han sido de dominio público durante muchas décadas, desde que el mineral se relacionó con el mesotelioma en los años setenta, lo que ha dado lugar a un mayor control gubernamental del amianto utilizado en productos de consumo e industriales, así como a un aumento de los requisitos de seguridad en el lugar de trabajo para los trabajadores que manipulan, extraen o procesan amianto o productos con amianto.
A pesar de estos intentos de seguridad, cada año se diagnostican enfermedades relacionadas con el amianto a más personas. Aún más preocupante es la posibilidad de que más amianto llegue a los mercados estadounidenses, lo que podría afectar a nuevas generaciones de consumidores y trabajadores estadounidenses. Ahora, 10 Estados se han unido presentar una demanda contra la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) por su falta de actuación ante el peligro que supone el amianto.
Muchos estados quieren un control gubernamental más estricto del amianto
Innumerables trabajadores estadounidenses, desde educadores hasta mecánicos de vehículos, han acabado expuestos al amianto como parte de su trabajo y finalmente han enfermado. Sus seres queridos, que los abrazaban después del trabajo, viajaban en sus vehículos contaminados o incluso lavaban su ropa, también podrían haber enfermado como resultado de una exposición secundaria a partículas de amianto.
El coste de atender a los enfermos de mesotelioma por exposición al amianto es increíblemente caro. Su atención médica cuesta mucho, al igual que el impacto de su enfermedad en sus familias y la pérdida de sus contribuciones a la economía local. El amianto tiene consecuencias económicas a largo plazo para las personas a las que enferma, así como para las empresas que lo utilizaron en sus productos sin proteger adecuadamente a sus trabajadores.
El amianto es un conocido carcinógeno cuyos peligros pueden ser muy superiores a las ventajas que ofrece este mineral como aislante o ignífugo. California, Massachusetts, Minnesota, Connecticut, Hawai, Oregón, Maine, Nueva Jersey y Washington son los estados implicados en la demanda para frenar el uso del amianto en Estados Unidos. Presentaron la demanda conjuntamente el viernes 5 de julio ante un tribunal federal de California.
La mejora de las restricciones de la EPA beneficiará a los futuros trabajadores
Si estos estados consiguen impugnar las normas federales de la EPA sobre el amianto, nuevas generaciones de estadounidenses podrían evitar las terribles enfermedades y los costes sociales asociados a la exposición al amianto.
Para quienes ya han estado expuestos debido a su carrera o al trabajo de un ser querido con el amianto, existen opciones de indemnización, que van desde los fondos para el mesotelioma hasta las demandas civiles. Una conversación con un abogado experimentado que entiende de casos de mesotelioma es un primer paso fundamental para cualquier persona que se pregunte sobre sus derechos y opciones tras un diagnóstico de mesotelioma.