Causada por una exposición prolongada al amianto, la asbestosis es una enfermedad pulmonar que puede afectar a la respiración de las personas y a su calidad de vida en general.
El amianto, un mineral natural, es resistente a la corrosión y al calor, lo que lo convirtió en una opción popular para productos como el cemento, las baldosas y el aislamiento en el pasado. Aunque su uso y manipulación están estrictamente regulados desde la década de 1970, muchos trabajadores estuvieron expuestos a este sustancia tóxica antes de esa época. Años después de haber respirado fibras de amianto en el trabajo, en sus casas y en otros lugares, las personas con North Carolina pueden desarrollar afecciones médicas potencialmente graves, como la asbestosis.
La asbestosis es una enfermedad pulmonar crónica que se caracteriza por la inflamación y cicatrización del tejido pulmonar. Cuando las personas están expuestas a niveles significativos de amianto durante un periodo prolongado, las fibras transportadas por el aire pueden quedar alojadas en pequeños sacos dentro de sus pulmones. Al respirar, esas fibras pueden rozar y clavarse, provocando fibrosis en los pulmones. Con el tiempo, el tejido pulmonar puede volverse tan rígido que ya no puede expandirse ni contraerse con normalidad.
Factores de riesgo
En general, cualquier persona expuesta a niveles elevados de amianto durante un tiempo suficiente puede contraer asbestosis. Ésta y otras enfermedades relacionadas con el amianto tienen una relación dosis-respuesta. Esto significa que a medida que aumenta la concentración de amianto respirado y se prolonga la duración de la exposición, también aumenta el riesgo de que las personas desarrollen asbestosis. Aunque puede que no la cause, se ha demostrado que fumar cigarrillos contribuye a una progresión más rápida de esta enfermedad.
La aplicación de la normativa sanitaria ha contribuido a reducir la exposición al amianto en el trabajo y en otros lugares. No obstante, los trabajadores de determinadas industrias pueden seguir corriendo peligro. Entre ellos se encuentran los trabajadores de la construcción, los mecánicos de automóviles y aviones, los electricistas, los ferroviarios, los mineros del amianto y los trabajadores de astilleros.
Síntomas comunes de la asbestosis
Las personas que desarrollan asbestosis pueden experimentar una serie de síntomas como consecuencia de su enfermedad. Además del dolor y la opresión en el pecho, algunos de los más comunes son los siguientes:
Normalmente, estos y otros síntomas asociados a esta enfermedad pulmonar no se manifiestan hasta pasados entre 10 y 40 años de la exposición inicial de las personas al amianto. Esto puede plantear dificultades a la hora de diagnosticar sus afecciones, así como de determinar cuándo entraron en contacto con las fibras peligrosas.
Vivir con asbestosis
Los daños causados por el amianto son irreversibles. Por ello, el tratamiento tiene por objeto ralentizar la progresión de la enfermedad y aliviar los síntomas asociados. Pueden recetarse medicamentos o terapias para aliviar los síntomas. dificultades respiratorias. En algunos casos, pueden necesitar oxígeno suplementario o, en situaciones graves, un trasplante de pulmón. Tras el diagnóstico, las personas pueden necesitar cuidados rutinarios, como pruebas de función pulmonar y radiografías de tórax, para controlar su estado.
Cuando la exposición al amianto provoca asbestosis y otras enfermedades relacionadas con el amianto a las personas del North Carolina, éstas pueden necesitar un tratamiento médico exhaustivo, que puede dar lugar a costes imprevistos. En algunos casos, su capacidad para trabajar y mantenerse a sí mismos y a sus familias también puede verse comprometida. Por lo tanto, las personas que han desarrollado asbestosis pueden encontrar útil buscar asesoramiento legal. Un abogado puede ayudarles a comprender sus opciones para obtener una compensación económica y a rastrear la fuente de su exposición.