El amianto fue una presencia importante en los buques de la Armada durante muchos años, desde la Segunda Guerra Mundial hasta después de la guerra de Vietnam. Para muchos marineros, no habia lugar donde escapar de la exposicion al asbesto. Los constructores navales del Astillero Naval de Brooklyn, el Astillero Naval de Mare Island, el Astillero Naval de Norfolk y el Astillero Kaiser entraban en contacto con el material a diario. En el mar, el amianto se utilizaba para apagar incendios y era un material de uso común en bombas, tuberías, juntas y calderas.
A pesar de que la Marina era consciente de que el amianto podía ser mortal, siguió utilizando el material porque cumplía muchas funciones valiosas. A pesar de estas acciones, la Marina es inmune a una demanda porque forma parte de un organismo gubernamental. Aunque no sea posible entablar una demanda, una de las opciones disponibles es solicitar prestaciones al Departamento de Asuntos de los Veteranos.
Antes de que el VA acceda a la solicitud de distribución de prestaciones para miembros en activo o supervivientes, deben cumplirse unos requisitos específicos. Los registros de servicio deben mostrar la exposición al amianto durante el tiempo de servicio, y el historial del miembro del servicio debe ser examinado para la exposición antes o después del tiempo de servicio. La exposición durante el servicio debe estar vinculada a la causa del mesotelioma u otro cáncer que se desarrolle. Este proceso puede llevar bastante tiempo y es posible que inicialmente se denieguen las prestaciones. Si se rechaza la solicitud de prestaciones, los miembros del servicio o sus supervivientes pueden presentar un recurso.
Se han presentado muchas demandas contra empresas que suministraron materiales a la Marina. Estas demandas pueden llegar a ser bastante complicadas, implicando cuestiones de derecho estatal y federal. Los contratistas intentarán reclamar inmunidad frente a las demandas, y la asistencia de un abogado con experiencia en la materia será crucial para ayudar a que estos casos avancen con éxito. El primer obstáculo al que pueden enfrentarse los litigantes tiene que ver con el tribunal que conocerá del caso.
Muchas demandas se presentan ante tribunales estatales, en el lugar donde el militar estuvo inicialmente expuesto al amianto. Los contratistas pueden intentar utilizar la ley de traslado para que el caso se transfiera a un tribunal federal, aunque se trate de una demanda por lesiones personales. Si el contratista puede demostrar que actuaba bajo la dirección de un organismo federal, que tiene una defensa válida en virtud de la legislación federal y que existe una conexión entre sus actos y el daño sufrido por el demandante, el caso será trasladado a un tribunal federal.
Este proceso podría causar largas demoras a quienes no disponen de mucho tiempo. Además, algunos de estos contratistas pueden tener fondos limitados, y el costoso litigio podría dejar poco disponible para los lesionados que tengan éxito con sus reclamaciones. Gran parte de la argumentación en estos casos se refiere a si el contratista tiene alguna defensa que pueda utilizar. La defensa alegada con más frecuencia en estos asuntos es la defensa del contratista gubernamental.
Dado que la Marina es inmune a la demanda, el contratista puede alegar que también lo es, porque trabaja bajo las órdenes de la Marina. Según Boyle contra United Technologies Corp.en un caso del Tribunal Supremo de EE.UU. de 1988, deben cumplirse tres elementos para que se aplique la defensa. En primer lugar, el organismo gubernamental debe haber aprobado unas especificaciones razonablemente precisas. En segundo lugar, el equipo o los materiales suministrados deben cumplir esas especificaciones precisas. Por último, si el producto es peligroso, el contratista debe advertir a la Administración, ya que ésta desconoce los peligros.
Dependiendo de la situación, este aspecto del caso puede implicar un largo proceso de descubrimiento para determinar el grado de implicación del gobierno en cada paso del proceso. Los abogados tendrán que examinar la planificación del producto suministrado. Además, los abogados tendrán que examinar qué sabía el contratista sobre los peligros del producto. ¿Se comunicó claramente esta información a un órgano de gobierno que no era consciente de ello? ¿Procedió la entidad gubernamental a pesar de estas advertencias? ¿Interfirió el gobierno de algún modo en las advertencias? Esta información será necesaria para demostrar la negligencia del contratista.
Las personas que han estado expuestas al amianto durante el servicio militar se enfrentan a un camino difícil para obtener prestaciones del gobierno, y tendrán que actuar con rapidez si presentan una demanda contra contratistas del gobierno. El mesotelioma puede permanecer latente durante décadas. Cuando aparecen los síntomas, los marineros deben buscar tratamiento lo antes posible. La enfermedad es extremadamente agresiva y causa mucho dolor físico y emocional. Si le preocupa que su servicio militar pueda haberle puesto en contacto con amianto, hable con un abogado experimentado para analizar los pasos a seguir.