Nadie quiere ver a un ser querido sufrir ningún tipo de enfermedad, y menos aún algo como un cáncer que afecta a la comodidad y a la respiración de una persona, con síntomas que pueden parecerse a los de otras enfermedades y dificultar su diagnóstico. Para añadir a la angustia y la ira, tales cánceres que son causados por la exposición al amianto pueden haber sido prevenibles en un gran número de casos. Desgraciadamente, la Fundación para la Investigación Aplicada del Mesotelioma afirma que el North Carolina ocupa el 16 th del país en muertes por mesotelioma.
Cuando se trata de enfermedades relacionadas con el amianto, es importante conocer los hechos si su médico ha mencionado la palabra "mesotelioma". Este tipo de cáncer es frecuentemente mortal, y suele asociarse a pacientes que han estado expuestos al amianto, un mineral que se utilizó ampliamente en la construcción estadounidense durante los años 20 th siglo XX. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el periodo de latencia entre la exposición inicial al amianto y el desarrollo de un mesotelioma es de 20 a 40 años, lo que significa que incluso alguien que trabajó con amianto hace muchos años sigue corriendo el riesgo de contraerlo.
Debido a los graves riesgos para la salud, el amianto ya no se extrae en Estados Unidos, aunque sigue importándose. El uso del amianto en la construcción y la fabricación alcanzó su punto máximo en la década de 1970, pero había disminuido considerablemente a finales de siglo. Trabajadores de la construcción De hecho, el amianto es la principal causa de cáncer profesional en nuestro país, así como una importante causa de enfermedades no cancerosas y discapacidad, según la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades de los CDC. Se calcula que para 2030 muertes relacionadas con el amianto puede superar los 200.000.
Según la Clínica Mayo, los dos tipos principales de mesotelioma afectan a los pulmones o al abdomen, y síntomas puede incluir:
Dado que los síntomas anteriores también pueden atribuirse a otras enfermedades, al principio puede resultar difícil diagnosticar un mesotelioma. Además, el riesgo de desarrollar el cáncer no ha terminado simplemente porque el uso del amianto haya disminuido; muchos edificios que contienen amianto serán renovados o demolidos en los próximos años, exponiendo potencialmente a millones de trabajadores de la construcción al material. Debido a este riesgo, se supone que las empresas constructoras deben tomar precauciones para minimizar la exposición; sin embargo, ninguna medida preventiva es totalmente infalible.
Muchos residentes de North Carolina pueden seguir siendo diagnosticados con mesotelioma y otras enfermedades relacionadas con el amianto en los próximos años. Si usted o un ser querido se ha visto afectado por la exposición al amianto, puede resultarle útil hablar con un abogado especializado en lesiones personales con experiencia en casos de mesotelioma y amianto. Es posible que tenga derecho a la indemnización de sus gastos médicos.