Si trabajas con coches, sabes que puede llevar muchas horas y habilidad construir o reparar cualquiera de las muchas piezas del vehículo. Todo este esfuerzo puede realmente dar sus frutos cuando un coche está terminado o empieza a funcionar correctamente de nuevo, pero para algunas personas, esto tiene un precio muy alto.
Muchas personas que trabajan en la industria del automóvil pueden correr el riesgo de desarrollar mesotelioma o cáncer de pulmón como consecuencia de la exposición al amianto utilizado en productos de automoción. Esto se debe a que la fibra se ha utilizado en los frenos y embragues de los automóviles durante muchos años. Aunque los coches más nuevos no se fabriquen con amianto, éste puede encontrarse en modelos más antiguos y en piezas de recambio.
La Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo dispone de varias directrices para los trabajadores del sector del automóvil con el fin de evitar o minimizar la exposición al amianto. Según la OSHA, las personas que trabajan en automóviles deben:
Estos pueden ayudar a las personas que trabajan en automóviles a minimizar las posibilidades de que puedan estar expuestas a niveles peligrosos de amianto.
Sin embargo, si ya ha estado expuesto al amianto o sospecha que lo ha estado en algún momento, puede ser vital que hable con su médico. También puede explorar sus opciones de indemnización laboral y/o una reclamación por negligencia con un Abogado especializado en mesotelioma en el sector de la automoción.