Los plásticos son una de las comodidades modernas más impresionantes. Los distintos tipos de plástico tienen diferentes grados de rigidez y estabilidad que permiten a los fabricantes utilizarlos en una amplia gama de productos, y muchos productos de plástico pueden funcionar con seguridad durante años, si no décadas.
Por desgracia, algunos tipos de plástico son más seguros que otros. El cloruro de polivinilo o PVC es un tipo de plástico fabricado a partir del cloruro de vinilo. Con este plástico se pueden fabricar diversos productos valiosos, pero uno de los más comunes serían las tuberías. Las empresas también utilizan el PVC para recubrir el exterior de alambres y cables y para fabricar diversos tipos de envases.
La exposición al PVC y a una de las sustancias químicas utilizadas para fabricarlo, el cloruro de vinilo, podría tener repercusiones sobre la salud, lo que significa que trabajadores y otras personas expuestas al PVC puede tener motivos para presentar una demanda contra las empresas que utilizan este plástico potencialmente peligroso.
¿Qué efectos tiene el PVC en el cuerpo humano?
Investigación sobre el PVC y el efecto a largo plazo que tiene en los trabajadores expuestos a la sustancia han demostrado que puede tener una correlación con diversos tipos de cáncer, así como con problemas hepáticos en personas con una exposición crónica o de alto nivel.
Las personas pueden acabar expuestas al trabajar con PVC o crearlo en una fábrica, al ayudar a reciclar o eliminar productos de PVC en un vertedero o instalación de gestión de residuos, o incluso a través de la manipulación rutinaria de productos de PVC, especialmente si esa persona calienta o corta los productos, lo que podría producir gases o polvo que la persona puede inhalar.
Quienes hayan trabajado o manipulado habitualmente productos de PVC en un entorno laboral pueden reclamar una indemnización si desarrollan enfermedades graves relacionadas con la exposición al PVC.
Algunos trabajadores pueden no darse cuenta de que están expuestos al PVC
Es posible que las personas que trabajan en fábricas de productos químicos o que manipulan directamente productos conocidos de PVC ya sean conscientes de su riesgo de exposición y tomen medidas para mitigarlo. Sin embargo, hay muchas otras industrias en las que las personas pueden no darse cuenta de que podrían tener niveles peligrosos de exposición al PVC.
Las personas que trabajan en tintorerías y fabricantes secundarios, incluidas las fábricas que fabrican muebles, vehículos o incluso moquetas, podrían tener niveles peligrosos de exposición al PVC, al igual que quienes trabajan en instalaciones químicas o en programas de gestión o reciclaje de residuos. De hecho, incluso las personas que viven cerca de instalaciones que fabrican, reciclan o desechan productos de PVC, podrían correr el riesgo de sufrir niveles peligrosos de exposición al PVC, ya que puede afectar al aire y al agua de la zona.