Los litigios por amianto pueden intimidar a la gente, especialmente cuando también están lidiando con una enfermedad o la muerte de un ser querido. Sin embargo, también puede ser un medio necesario para reclamar los daños que las víctimas y sus familias merecen.
Emprender acciones legales contra una empresa que puede haber contribuido o causado una enfermedad mortal puede proporcionar a los afectados por esa negligencia una indemnización y una sensación de justicia. Sin embargo, puede ser un proceso complicado y largo, por lo que puede ser tan beneficioso contar con la orientación y el apoyo de un abogado en cada paso del camino.
Muchos casos de demandas por negligencia con amianto se resuelven antes de llegar a juicio. Tanto el demandante como las empresas nombradas en una demanda pueden llegar a un acuerdo fuera de los tribunales, lo que puede ahorrar a las personas las complicaciones de un juicio. En esta fase, puede ser importante que un abogado confirme que el acuerdo es apropiado y justo.
Los casos que no pueden resolverse de esta manera van a juicio, donde hay argumentos, testimonios y sentencias que pueden parecer muy complicados y abrumadores. Sin embargo, la ventaja de un juicio es que existe la posibilidad de que al demandante se le conceda una indemnización superior a la que habría recibido en un acuerdo.
Incluso después de que se haya dictado sentencia, sigue existiendo la posibilidad de que se recurra. En un caso, por ejemplo, un jurado concedió $2,86 millones a una mujer cuyo marido murió a consecuencia de un mesotelioma. La empresa demandada recurrió la sentencia, alegando errores jurídicos y testimonios incendiarios, y ahora habrá un nuevo juicio.
En cualquier etapa de un juicio por amianto, ya sea muerte por negligencia o la indemnización de los trabajadores, las víctimas y sus familias pueden descubrir que el apoyo y la orientación jurídicos les proporcionan una sensación de comprensión, alivio y apoyo en un momento en que es más crucial.
Fuente: Mansfield News Journal, "Peligra la indemnización de $2,8 millones a una viuda por mesotelioma," Linda M. Martz, 13 de agosto de 2014.